La entrada para ver el cráneo, que incluye también la posibilidad de visitar el museo del palacio y el estudio de Francisco I de Médici –hijo mayor de Cosme I de Médici y Leonor de Toledo, noble española– cuesta 10 euros y, según los representantes de Arthemisia, esperan una afluencia de alrededor de 230.000 visitantes. En este sentido, el comisario de la exposición, Francesco Bonami, declaró recientemente: «Estoy seguro de que habrá un enorme interés en el trabajo de Hirst. En Italia, los niveles de curiosidad son extremadamente altos».
¿Obra de arte o inversión en diamantes?
Por el amor de Dios, un cráneo humano cubierto por 8.601 diamantes, fue mostrado por primera vez en la galería White Cube de Londres en junio de 2007, con un precio de venta al público de 50 millones de libras esterlinas. Dos meses más tarde, el entonces encargado de negocios de Hirst, Frank Dunphy, informó que el cráneo iba a ser vendido a «un grupo compuesto por un número determinado de personas interesadas», grupo que finalmente resultó estar formado por el mismo Frank Dunphy, el propio Hirst y Jay Jopling, uno de los propietarios de la galería que lo exhibía, la White Cube. Posteriormente, el coleccionista ucraniano Victor Pinchuk aseguró que él también había invertido en la obra.
Tras su presentación en Londres, este trabajo ha sido visto únicamente una sola vez en el Rijksmuseum de Ámsterdam, a finales de 2008. Una gira prevista para visitar el Hermitage en San Petersburgo, el Museo Británico de Londres y algunos lugares del Lejano Oriente fue cancelada debido a los elevados costes de la operación.
En 2009, Hirst declaró a la revista Time Out que había decidido «intentar conseguir un espacio permanente de exhibición de la obra en Londres, porque el cráneo solo necesita ser visto”. El espacio previsto era, al parecer, un antiguo depósito de municiones situado en los jardines de Kensington, que Hirst proponía ser convertido en galería de arte, pero que finalmente será ocupado por la Serpentine Gallery.