Según el propio artista, esta muestra, que pertenece a la colección del Museo Nacional de Colombia y que incluye obras como El desfile, en la que hay escenas de gente paseando ataúdes por las calles de un pueblo, o El cazador, donde se ve a un hombre armado que pisa a un muerto, transmite "otra sensación porque el mismo hecho de proponerme, como artista, encontrar una imagen simbólica que refleje el gran drama de Colombia, significa un estado mental que no es grato, sino doloroso". Otras de las obras expuestas son Alarido, Carro Bomba, Desplazado, La Muerte en la Catedral, Masacre, Matanza de los Inocentes, Mujer llorando u Otro Crimen.
Organizada por el Instituto Veracruzano de la Cultura y el Gobierno del Estado de Veracruz, El dolor de Colombia refleja un período en el que el tráfico de drogas disparó los índices de criminalidad. Los óleos y dibujos que se exhiben tienen como protagonistas los muertos, desplazados y huérfanos producto de la violencia.
Fernando Botero inició su actividad artística en 1948 como ilustrador del periódico El Colombiano y a partir de 1952 viajó a España, Francia e Italia, donde estudió a los grandes maestros. En Washington, la Unión Panamericana auspició su primera exposición individual en Estados Unidos (1957). A los 26 años fue nombrado profesor de pintura en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional de Bogotá.