La exposición se articula a través de tres grandes instalaciones producidas ex profeso para esta muestra: Estaciones Balsámicas, Palacio de la Memoria y Terra Mater. Estas obras de carácter monumental sirven al artista de hilo conductor para desarrollar una poderosa metáfora sobre los mecanismos que posibilitan la construcción de la memoria a través de más de 100 obras entre acuarelas, piezas cerámicas, dibujos y pequeñas esculturas de terracota.
El barro, una obsesión
La obra de Navarro se ha venido caracterizando por la utilización sistemática y obsesiva del barro. El artista dota a este material humilde de una fuerte carga poética, y lo convierte en el medio cardinal para desencadenar todas sus estrategias constructivas y metafóricas. Son las características propias de esta materia las que determinan la flexibilidad y plasticidad de sus obras, y le otorgan una factura táctil casi artesanal, distanciada de la impersonalidad propia de la obra seriada de factura industrial. La elección del barro como material enraíza su obra con la ancestral artesanía del barro y la cerámica y también con la tradición fabril de su propia familia.
Evarist Navarro confiere a sus obras de una disposición y estructura arquitectónicas con la que trata de configurar la representación abstracta de espacios cotidianos. Tanto en sus instalaciones como en sus obras escultóricas de pequeño formato, el artista proyecta sobre sus realizaciones una monumentalidad esencial, evocadora de construcciones primitivas, cabañas, refugios o ruinas donde guarecerse.
Valencia. Evarist Navarro. IVAM [1].
Del 29 de noviembre de 2011 al 15 de enero de 2012.
Comisario: José Francisco Yvars.