La muestra propone un camino por el arte que escapa del convencionalismo de la distribución cronológica para aventurarse en una historia de pequeñas atmósferas donde las obras se relacionan indiferentemente por su forma, tamaño o temática. La multiplicidad de expresiones artísticas que se dan cita entre las obras seleccionadas dialogan buscando la complicidad del espectador en su recorrido, buscando la diversidad de puntos de vista y la generación de nuevas historias.

La exposición cuenta con la presencia de 51 artistas fundamentales del último siglo, como Picasso, Dalí, Kandinsky, Miró, Leiro, Tàpies, Arroyo o Louise Bourgueois. El recorrido parte de la inquietante Sara en el espejo de Juan Muñoz. La idea del "espejo que huye", tomada de un relato de Giovanni Papini, es significar cómo el futuro no existe como futuro y que es una creación o parte del presente.

Importante colección

La Colección de Arte que alberga la Fundación María José Jove en La Coruña se inicia a mediados de la década de los noventa con la voluntad de reunir una selección de obras de arte gallego que, posteriormente, se irá ampliando hasta formar un abanico de figuras y movimientos artísticos nacionales de los siglos XIX y XX. La colección, cuya titularidad pertenece a  Manuel Jove Capellán, es cedida con carácter temporal en el año 2005 a la Fundación María José Jove.

En permanente crecimiento, la colección arranca cronológicamente con el romanticismo de Pérez Villaamil, que enlaza con el paisaje realista de Serafín Avendaño, el naturalismo de Ricardo Villegas o la pintura de asunto característica del s. XIX encarnada por uno de sus mejores representantes, Francesc Masriera. El clasicismo de la Escuela de Roma se inicia con Mariano Fortuny, al que acompañan Ulpiano Checa, Serafín Avendaño y el andaluz Jiménez Aranda. El primer tercio del s. XX, está protagonizado por una significativa representación del foco artístico catalán, entre los que se encuentran Joaquím Mir, Casas, Nonell,  Anglada Camarasa o Santiago Rusiñol, así como de una interesante nómina de pintores gallegos y personalidades independientes como Darío Regoyos, con su visión de la España negra, Romero de Torres o Álvarez de Sotomayor. 

Un bodegón cubista de los años 20 de Picasso abre el capítulo de la denominada Escuela de París, en la que se incluye a los artistas Francisco Bores, Oscar Domínguez, Lagar, Viñes o De la Serna, entre otros, así como Salvador Dalí o los gallegos Maruja Mallo y Eugenio Granell que, por otros caminos, convivieron con las vanguardias internacionales de los años 30 y 40, presentes en la colección a través de Vassily Kandinsky o Fernand Léger. Un óleo en clave surrealista de Joan Miró de la decada de los 40 y una modelo en el taller de Picasso cierran el capítulo de las vanguardias.

De Galicia al mundo

Por otra parte, la evolución de la pintura gallega de los años 20 a 60, capítulo encabezado por Castelao, se centra en el núcleo vanguardista de la Xeración dos Renovadores, compuesta por Manuel Colmeiro, Luis Seoane, Díaz Pardo, Manuel Torres o Laxeiro. Otros artistas gallegos de trayectorias individuales, entre los que cabe mencionar a M. Antonia Dans, Urbano Lugrís, Lago Rivera o Tino Grandío, entre muchos otros, se hallan igualmente presentes en la colección.

La década de los 60 está protagonizada por el grupo El Paso, aquel núcleo de artistas españoles como Saura, Millares, Viola, Feito, Rivera o Canogar que, en un clima todavía convaleciente por la Guerra Civil,  rompieron la atonía cultural existente en aquel momento y cuya trascendencia a todo el panorama artístico español fue incuestionable. Con ellos se muestra obra de los años setenta de Lucio Muñoz o Tápies, así como el pop de Equipo Crónica o las propuestas políticas de Eduardo Arroyo.

Escultura y mucho más 

La nueva generación madrileña está personificada por Carlos Alcolea y, el siempre inclasificable y destacado, Luis Gordillo, que dan paso a la gran expansión artística española vivida en la década de los ochenta, recogida en la colección con algunos de sus más importantes protagonistas, entre los que cabría destacar a Barceló, José M. Broto, Sicilia o Soledad Sevilla, así como a la experiencia cultural vivida en Galicia con el colectivo Atlántica. Entre ellos, Antón Lamazares o Menchu Lamas comparten espacio con otros artistas gallegos independientes de los noventa, entre los que se puede mencionar a Antonio Murado, Darío Basso o Pamen Pereira.

En el campo de la escultura se dan cita propuestas tan dispares como las de Louise Bourgueois, de la que se muestra obras espectaculares de los años 60 y  90, respectivamente,  de Cristina Iglesias con  una gran habitación vegetal , del siempre sorprendente Juan Muñoz, Manolo Valdés, Baltazar Torres o los gallegos Manolo Paz, Cristino Mallo o Francisco Leiro, entre otros.

Gijón. El espejo que huye. Obras de la Colección de Arte Fundación María José Jove. Centro Cultural Cajastur. Palacio Revillagigedo.

Del 12 de noviembre al 17 de enero de 2010.

Comisario: David Barro.