En concreto, el Museo compró en ese período más de 17 millones de dólares en una operación especulativa, apostando por una hipotética revalorización de la divisa estadounidense, cuyas ganancias dedicaría a la compra de obras de arte. Sin embargo, el dólar bajó, lo que provocó una pérdida de seis millones de euros. Ahora, los intereses generados por esta operación fracasada han hecho que el déficit actual del Guggenheim sea de 7,5 millones de euros.

El Parlamento Vasco ya señaló en la legislatura pasada la existencia de este agujero económico y lo mismo hizo una auditoría encargada por el Consejo de su Sociedad Tenedora.