Iván, aspirante a escritor, ahoga su frustración en un paupérrimo gabinete de veterinaria de La Habana. Desde allí recuerda sus encuentros con un solitario personaje que paseaba por las playas en compañía de dos galgos señoriales. Sirviéndose de las confidencias de aquel hombre que amaba a los perros, Iván reconstruye las trayectorias de Trotski y Mercader y de cómo uno y otro se convirtieron en víctima y verdugo de uno de los crímenes más reveladores de la historia contemporánea.
Sinsentidos de la historia
El hombre que amaba a los perros, además de una novela llena de pasión, es una firme indagación por los sinsentidos que la historia esconde. En este caso, el telón de fondo de estas casi 800 amenísimas páginas que se leen de tirón nos adentra en las sinrazónes de la razón y en cómo se fue pervirtiendo una de las grandes utopías del siglo pasado.
Ahora que el verano nos deja algunas horas más para la lectura conviértase en otra mas de las personas que consideran esta novela una de las más gratas sorpresas de la reciente literatura en lengua española.
El hombre que amaba a los perros
Leonardo Padura
Tusquets [2]
765 páginas