Desde Ayacata recoge cerca de 70 obras realizadas entre 1997 y 2009: acciones fotográficas, objetos y ambientes en los que están presentes la ironía, el humor, el sexo y el riesgo, los rasgos que han presidido toda su trayectoria.

La exposición, comisariada por Carlos Astiárraga, es  una producción conjunta de ARTIUM (Vitoria), TEA (Tenerife) y CAAM (Las Palmas de Gran Canaria) y podrá visitarse hasta el próximo 29 de agosto.

Juan Hidalgo (Las Palmas de Gran Canaria, 1927) fue durante más de 30 años, y junto a Walter Marchetti y Esther Ferrer, “miembro cardinal” de ZAJ, posiblemente el movimiento de vanguardia más controvertido y perturbador de la segunda mitad del siglo XX en España.

Con ZAJ, por vez primera en una época de oscurantismo cultural y político, la poesía, la música, el teatro y el arte plástico difuminaban sus límites y se fundían en un entramado de acciones. Hidalgo, de formación musical, fue también el primer compositor español de una obra electroacústica, y el primero en estrenar una obra en el mítico Festival de Darmstadt (Alemania), uno de los más influyentes dentro de la música de vanguardia. Es imposible olvidar, por otro lado, uno de sus hallazgos conceptuales más importantes, los etcéteras, que él mismo definió como “documento público, como dirían los chinos (gong an) o los japoneses (koo an)” y que vertebran gran parte de su obra.

Creador incómodo

Sin embargo, Juan Hidalgo ha resultado ser un creador incómodo para el sistema del arte: nunca le ha interesado el reconocimiento de los museos, instituciones que, en general, como se indica en la introducción del catálogo de la exposición, “valoran en mucho el objeto singular y la personalidad singularizante de su autor”. Pero, además, como se dice más adelante, “durante mucho tiempo la obra de Juan Hidalgo, en coherencia consigo misma y con su autor, no coincidía con lo que el museo buscaba, ni como forma ni como tema. Tampoco con lo que buscaba el galerismo comercial”. Una obra de una extraordinaria sencillez expresiva, más una propuesta dirigida a la mente y los sentidos que a materializarse en un objeto o en una acción fotográfica.

Su reconocimiento artístico llegó en 1996, cuando el Museo Reina Sofía dedicó una retrospectiva a ZAJ. Un año después, Juan Hidalgo, que sumaba 70 años en ese momento, decidió trasladarse a vivir a la pequeña y hermosa aldea de Ayacata en su isla natal de Gran Canaria. Lo que pudo interpretarse como el merecido retiro del artista supuso, muy al contrario, el inicio de una nueva y fértil etapa creativa que aún perdura. Desde Ayacata es, precisamente, una revisión a modo de retrospectiva parcial, de la trayectoria del creador canario durante los últimos once años.

Músico, poeta, artista…

Juan Hidalgo es un ser difícil de encasillar: él mismo suele contar que los músicos españoles le consideran un artista plástico, que los artistas españoles hablan de él como músico y que sólo los poetas le consideran un poeta. Multidisciplinar en todo caso, en su discurso artístico está presente lo plástico, lo poético, lo sonoro y ante todo lo conceptual. En sus obras se hace presente lo cotidiano, lo aparentemente superficial, la ironía y, muy expresamente, la sexualidad, además de la herencia de Marcel Duchamp –a quien se refiere como su abuelo– y de la filosofía oriental.

Paralelamente, de la misma forma que los noventa supusieron el reconocimiento del trabajo artístico de ZAJ, la primera década del siglo XXI ha traído consigo importantes acontecimientos en su vida y obra: ha protagonizado numerosas exposiciones individuales (entre ellas En medio del volcán, del SEACEX, y Biografías y corbatas, en Galería Trayecto de Vitoria) y colectivas (Eye on Europe, en el MoMA de Nueva York y Arte de acción en el MACBA de Barcelona, entre otras), su trabajo ha sido profusa y profundamente investigado, ha ofrecido más de veinte conciertos en diferentes países y ha estrenado la composición sinfónica Perhaps, a cargo de la Orquesta Yomiuri de Japón.

Vitoria. Juan Hidalgo. Desde
Ayacata.1997-2009
. ARTIUM.

Del 27 de marzo hasta el 29 de agosto de 2010.

Comisario: Carlos Astiárraga.

Más información:  www.juanhidalgo.com

 

Juan Hidalgo o el espíritu de las vanguardias

Encarna el espíritu de las vanguardias, con su afán por borrar los
límites y ampliar los márgenes de la creación.

Su primera formación fue musical, pero su interpretación abierta del
hecho creativo le convierte en un artista multimedia que se mueve
libremente por el mundo de la música, la poesía y la plástica, a través
de sus libros, escritos, composiciones musicales, arte postal, acciones y
performances, arte objetual, acciones fotográficas, etc. La
versatilidad de los soportes atestigua la primacía de lo conceptual en
una poética que se despliega con humor, sexo, ironía y desmitificación.
Para Juan Hidalgo los géneros artísticos son permeables, la actitud ante
el hecho creativo es lo que define. Al primar lo conceptual cualquier
soporte es válido. Es un creador manierista.

La biografía de Juan Hidalgo está llena de primicias. Es el primer
compositor español invitado a los míticos festivales de Darmstadt, el
primero en hacer una composición electroacústica, el fundador de ZAJ y
el creador de los etcéteras. Su itinerario es singular, todo lo
inaugura.

Su obra nunca ha tenido una aceptación clamorosa. Sólo en los últimos
años empieza a ser entendida y valorada, hasta entonces permanecía al
margen de los circuitos artísticos. Al parecer ese es el destino de los
pioneros, dejar trabajar al tiempo. Y, mientras discurre, seguir
adelante, hacer cosas y reflexionar…