La muestra reúne 148 fotografías de diferentes autores internacionales sobre 18 casos problemáticos de gestión del agua. A través de fotografías y testimonios directos, los afectados dejan de ser una fría estadística para comunicarnos en directo sus angustias, razones y esperanzas.
Grandes desastres, grandes luchas
Las fotografías se articulan en seis ejes temáticos: Grandes presas (China, India, Etiopía); Derechos humanos, violencia y agua (Palestina e Israel, presa de Chixoy, Guatemala; presa sobre el Tigris, Turquía); Catástrofes evitables y vulnerabilidad de los más pobres (presa de Vajont. Italia; huracán Katrina. EE.UU.); Degradación de ecosistemas y hambre (la desaparición del Mar de Aral, la catástrofe ecológica del lago Chad, Nigeria; los represamientos del río Mekog Tailandia, Laos y Camboya); Privatización y derecho humano al agua (la lucha contra la privatización en Cochabamba, Bolivia; la contaminación del río Santiago en México; la contaminación por la minería de oro en Cajamarca, Perú.); Victorias y Alternativas Exitosas (la lucha contra la presa de Alta, Noruega; proyecto ASA de «Un Millón de Cisternas Rurales». Brasil; la lucha de las Mujeres Mazahuas por el agua en México; la oposición al Trasvase del Ebro en España).
Los fotógrafos y escritores que han participado en el proyecto ofrecen testimonios de desplazamientos forzosos, de contaminación de aguas y quiebras de la salud pública, de destrozos ecológicos que han llevado a crisis masivas de hambre, de lucha contra la privatización, de desastres evitables y masacres en conflictos bélicos «no declarados»… Pero también, por otro lado, recogen testimonios de luchas exitosas y logros de los movimientos sociales, con alternativas que abren el camino de una nueva cultura del agua. Además se proyecta la película documental Agua, ríos y pueblos, de Sonia Llera.
Pedro Arrojo, sobre el proyecto “Vivimos en el Planeta Azul, el Planeta Agua. Sin embargo, 1.100 millones de personas no tienen garantizado el acceso al agua potable y unas 10.000 mueren por ello cada día, en su mayoría niños. Es la consecuencia de la crisis de insostenibilidad que hemos provocado por contaminación y destrucción de nuestros ríos y acuíferos. La extracción abusiva de caudales, la desecación de humedales, la tala de bosques y manglares y la fragmentación del hábitat fluvial por grandes presas han quebrado la vida de nuestros ríos, haciendo desaparecer la pesca: la proteína de los pobres. La Comisión Mundial de Presas estima que las 50.000 grandes presas construidas en el siglo XX han provocado el desplazamiento de entre 40 y 80 millones de personas… es decir, no sabemos cuántas. La privatización de los servicios de agua y saneamiento por la presión del Banco Mundial ha transformado a los ciudadanos en clientes, ignorando que el acceso al agua potable debe ser garantizado como derecho humano. Afrontamos, en suma, una crisis global del agua, un verdadero holocausto hidrológico en el que las víctimas son invisibles, lejanas y sin rostro; prescindibles en nuestra conciencia. Agua, Ríos y Pueblos da la palabra a esas personas, a la vez víctimas y luchadores por un mundo más justo, digno y sostenible. Tal vez no tengan la solución a los problemas, pero los sufren directamente y por ello merecen ser escuchados y tenidos en cuenta”. |
Madrid. Agua, ríos y pueblos. La Casa Encendida [1].
Del 9 de mayo al 28 de junio de 2012.
Comisaria: Tove Heiskel