El presidente de la Diputación Provincial de Jaén, Francisco Reyes, acompañado por el alcalde de Quesada, Manuel Vallejo, ha firmado hoy un protocolo de colaboración con la familia de Hernández –su nuera, Lucía Izquierdo, y sus nietos, María José y Miguel– para la entrega a la Administración provincial de este legado, compuesto por 5.000 manuscritos, poemas, correspondencia, dibujos o primeras ediciones de libros, entre otros documentos y elementos personales de este poeta.
Proyecto cultural
Josefina Manresa falleció en 1987 cuando contaba con 71 años. Desde entonces, el destino de este legado estuvo en el aire, hasta que el pasado mes de junio, los herederos del poeta anunciaron que estaban valorando trasladar sus manustritos y objetos personales al municipio de Quesada. Lucía Izquierdo anunció entonces que la localidad ofrecía un proyecto cultural ambicioso, que incluía un museo dedicado al poeta y su mujer.
«Es una gran satisfacción para esta Administración provincial ser la encargada de la protección y conservación de la obra de este poeta universal», ha remarcado Francisco Reyes, que ha señalado que a través de la catalogación de este legado se pretende ir más allá del mero estudio de la obra hernandiana. «La finalidad última de este trabajo de investigación que realizará la Diputación es la difusión y promoción cultural de la vida y obra de Miguel Hernández. Un poeta universal cuyo conocimiento debe ser también universal. Y nosotros, a través de este protocolo, queremos aportar nuestro granito de arena para contribuir a ello y hacerlo posible», ha subrayado.
Himno de Jaén
Asimismo, el presidente de la Diputación ha agradecido a la familia del poeta «la total disponibilidad que ha tenido en cada momento, no sólo para la firma de este protocolo, sino también para el uso sin ninguna condición del poema Andaluces de Jaén«, que será adaptado como himno oficial de la provinciaen el marco de la conmemoración del Bicentenario de esta Administración provincial (1813-2013).
Durante un cuarto de siglo, los documentos estuvieron custiodiados en el Archivo Municipal de Elche, pero tras la llegada del PP al gobierno local se rompió el convenio con los herederos, que conllevaba el pago de 3 millones de euros durante 20 años, cantidad que se distribuía en algo más de la mitad para la familia y el resto para el desarrollo de una fundación cultural que promoviera y difundiera la obra del poeta. En noviembre de 2011, la familia decidió sacarlos de Elche y depositarlos en un banco.
«Al cabo de tantos años de nuevo Miguel queda desterrado, pero creo que era lo mejor para todos que se quede en Andalucía, tierra a la que tanto admiró y quiso, y que inmortalizó», subrayó el pasado mes de junio la nuera del poeta.