Las obras de la muestra, pertenecientes a una colección privada de España, están dotadas de un colorido puro y expresivo, además del trazo infantil característico del pintor catalán. Se trata de ceras sobre papel de lija, litografías y dibujos a lápiz presentados en lienzos con figuras abstractas y líneas negras gruesas.

Última fase creativa

Según el programa de la exposición, que permanecerá abierta hasta el próximo día 7 de febrero, las obras pertenecen de la última fase de la creación de Miró, cuando bajo la influencia del surrealismo investigaba diferentes materiales para alejar la pintura de la experiencia visual para acercarla a la poesía y, aunque Miró aceptó los principios del surrealismo, en sus obras se ve que su fuerte personalidad y un temperamento lírico quedaron intactos.

La exposición, organizada por el Instituto Cervantes y la Embajada de España en Belgrado en cooperación con la Galería Progres y el Museo de las Artes Contemporáneas en la capital serbia, recorrió también varias capitales mundiales, además de ser presentada en diciembre pasado en la norteña ciudad serbia de Sombor.