Junto con las imágenes realizadas por Centelles durante la rebelión militar en Barcelona, el 19 de julio de 1936, y en los meses siguientes en el frente de Aragón, el Museu Nacional d’Art de Catalunya muestra a partir de ahora también 15 fotografías del campo de concentración de Bram, en el que estuvo ingresado entre los meses de marzo y septiembre de 1939. Estas imágenes son adquisiciones recientes realizadas por el museo en 2010 y 2012, y que hasta ahora no se habían expuesto en las salas de la colección.
Centelles es el gran pionero del reportaje moderno en Cataluña. En 1937 fue movilizado como fotógrafo en la Unidad de Servicios Fotográficos del Ejército del Este y enviado al frente de Aragón y a Lérida, donde realizó magníficas fotografías. Entre las imágenes de gran impacto que conforman esta nueva sala dedicada a su obra, hay copias de época y también copias positivadas por el fotógrafo en 1976, cuando, al regresar del exilio, pudo recuperar la maleta con el material que había dejado escondido en Francia.
Impulso experimental
Si la Guerra Civil marca el nacimiento del reportaje moderno, los años previos significan un gran impulso experimental, como se puede ver en la nueva sala que el MNAC dedica a las vanguardias fotográficas en Cataluña, con una selección de 15 obras realizadas entre los años 1915 y 1936 por Emili Godes, Pere Català Pic, Josep Masana, Josep Lladó Antoni Arissa o Gabriel Casas.
En esta nueva sala se muestra cómo el período de entreguerras fue un momento de una enorme riqueza experimental. Los fotógrafos representados exploraron todas las innovaciones técnicas, creativas y formales que tenían a su alcance, incorporando los picados y contrapicados, contraluces, fotomontajes, combinaciones con tipografías y otros elementos característicos de las vanguardias. Durante este período, en Cataluña la fotografía participa plenamente de las vanguardias y de todas sus propuestas: nueva subjetividad, constructivismo, abstracción, crítica social y surrealismo.
En este espacio se exhibían hasta ahora 10 obras de Picasso de la colección de Catherine Hutin cuyo depósito llegó a su fin en mayo de 2012.