La obra fue pintada por Casas para decorar el local Els Quatre Gats en sustitución de la pintura Ramón Casas y Pere Romeu en un Tándem, de 1897, que también forma parte de las colecciones del MNAC. Gracias a este depósito, las dos obras maestras del Modernismo catalán se expondrán juntas en las salas de arte moderno del MNAC.

Fin del XIX y comienzo del XX

Los personajes representados en la obra son el propio Casas y su amigo Pere Romeu, envueltos en unos gruesos abrigos de piel y acompañados por Ziem, el perro del pintor. La revista Pèl & Ploma reprodujo, en 1901, las dos obras realizadas para decorar Els Quatre Gats con los títulos de Fin del siglo XIX y Comienzo del siglo XX

Ramón Casas (Barcelona, 1866-1932) fue el mejor pintor de la primera generación modernista y, junto con Santiago Rusiñol, el impulsor de la renovación de la pintura catalana de finales del siglo XIX.  Destaca su capacidad  para cultivar con el mismo éxito el paisaje y el retrato, si bien fue este último género el que le proporcionó un mayor reconocimiento y lo consagró como el retratista más codiciado por la burguesía barcelonesa.

Els Quatre Gats

El 12 de junio de 1897 se inauguró el establecimiento Els Quatre Gats en los bajos de la casa Martí, obra del arquitecto Josep Puig y Cadafalch, en la calle Montsió, de Barcelona. La taberna-cervecería, impulsada entre otros por Casas, Rusiñol y Utrillo, se inspiraba en Le Chat Noir de París, local que había cerrado sus puertas aquel mismo año.

Pere Romeu, que había trabajado en el establecimiento de París, estaría al frente de Els Quatre Gats. Casas representó a este singular personaje en la cartel que anunciaba el establecimiento y, junto a él mismo, en las dos obras que realizó sucesivamente para decorar el local. 

Tal y como se puede ver en los testimonios gráficos que se han conservado de Els Quatre Gats, el Tándem estuvo ubicado en la pared principal del establecimiento desde la inauguración de la taberna y hasta el cambio de siglo, momento en que Casas decidió sustituirlo por el Coche

Casi nunca juntas

Casas recuperó estas dos pinturas que, con posterioridad al cierre de Els Quatre Gats, pasaron a manos de otros propietarios. Concretamente, Ramón Casas y Pere Romeu en un automóvil pasó a ser propiedad de Francisco Abadal, quien durante las primeras décadas del siglo XX tuvo empresas vinculadas al mundo del automóvil. Abadal crearía un vehículo y tendría el concesionario de los Hispano Suiza, de Michelín y, más adelante, de Buick. Durante unos años, la pintura decoró la sede de un local de su empresa en la calle Consell de Cent. Posteriormente, la obra se trasladaría a su domicilio familiar.

La pintura se pudo volver a ver por primera vez en 1990 en la exposición El Modernismo, que tuvo lugar en el desaparecido Museo de Arte Moderno. Aquella fue la primera ocasión en la que se mostraron juntas las dos pinturas de Casas, que nunca llegaron a coincidir en las paredes de Els Quatre Gats.