Lucien Mallowan estuvo al frente de la Escuela Británica de Arqueología en Irak entre 1947 y 1961 y dirigió las excavaciones de Nimrud, iniciadas por Austen Henry Layard. Precisamente de esa antigua capital de Asiria proceden las piezas, con 3.000 años de antigüedad, que ha comprado ahora el museo por 1,17 millones de libras (1,37 millones de euros).
El propietario de las piezas, el British Institute for the Study of Iraq (BISI [1]), sucesor de la Escuela Británica de Arqueología en Irak, ha vendido un tercio de los marfiles al Museo Británico, han donado otro tercio y confían en poder devolver el otro tercio a Irak, donde algunos de los objetos fueron expuestos en el pasado.
«Nimrud es uno de los más importantes yacimientos arqueológicos del Próximo Oriente y los marfiles allí encontrados figuran entre los productos más exquisitos jamás descubiertos en una excavación arqueológica», afirmó John Curtis, del Departamento de Oriente Medio del Museo.
6.000 piezas
La colección, que ha estado almacenada desde 1963 y nunca se ha exhibido al público, está integrada por ceca de 1.000 piezas numeradas, así como otros 5.000 fragmentos sin numerar.
Los marfiles, hechos en su mayoría en ciudades sirias y fenicias y llevados a Asiria como parte de algún botín o como tributos, datan de entre los siglos nueve y séptimo antes de nuestra era. En su mayoría constituían elementos decorativos de muebles, carruajes y arreos de caballos y muchos estaban originalmente recubiertos de oro y engastados de piedras preciosas.
Muchos de ellos representan animales y figuras humanas o motivos florales y geométricos. Uno de ellos por ejemplo muestra un grifo que descansa una pata sobre una flor de loto al estilo egipcio.
Generosos donativos
La adquisición ha sido posible gracias a generosos donativos de los Amigos del Museo Británico (725.000 libras), del Art Fund (200.000 libras), del National Heritage Memorial Fund (150.000 libras), del The Headley Trust (20.000 libras) y del propio Museo Británico [2] (75.000 libras).
El tesoro de marfil se halló en Nimrud, una ciudad situada al sur de Mosul, en el norte de Irak. Fue levantada por el rey asirio Shalmaneser I en el siglo XIII antes de Cristo y llegó a ser capital del imperio asirio.