El New York de Weegee representa una oportunidad excepcional para aproximarse a las imágenes cotidianas de la metrópoli americana durante la década de los años 30 y 40 de la mano de una de las figuras más relevantes de la fotografía del siglo XX.
Arthur Fellig, más conocido como Weegee, es el arquetipo del fotógrafo de prensa del siglo pasado. No hubo un suceso neoyorquino en el que no estuviera presente: asesinatos, luchas entre bandas, espectáculos, incendios, accidentes… Pero, sobre todo, la cruda vida cotidiana de la metrópolis con su trasfondo social. Son años frenéticos de noches sin dormir, de horas de espera en su coche, en la calle o en sórdidos lugares, siempre preparado para captar todos los dramas inimaginables y publicar en la prensa las fotografías más impactantes.
Las imágenes expuestas pertenecen a la colección privada de los suizos Michel y Michèle Auer. Son imágenes directas, expresivas, que demuestran una habilidad inusual para capturar los momentos más dramáticos, consiguiendo hacer de sus fotos en blanco y negro un medio de expresión creativo.
Francisco Serrano, director de la Fundación Telefónica, definió a Weegee como el ojo público, la encarnación del prototipo del fotógrafo de prensa que conocemos y de excepcional reportero gráfico que fotografió la crónica de sucesos en una época, "pero lo hizo mostrando la dureza de la vida en la ciudad, buscando el impacto inmediato".
Arthur Fellig, más conocido como Weegee Arthur Fellig (Zloczew, Polonia, 1899-Nueva York, 1968) emigró en 1910 a los Estados Unidos con su familia donde comenzó su impresionante carrera como fotoperiodista. En 1917 consiguió trabajo en un estudio de fotografía y pronto se convirtió en asistente de fotógrafo. En 1921 trabajó en el cuarto oscuro del New York Times y Wide World Photos aunque pronto prefirió cambiarse a Acme Newspictures, la agencia que proveía imágenes a los tres periódicos de Nueva York, el Daily News, World Telegramm y el Herald Tribune. Frustrado por el hecho de que su nombre no apareciera en las fotografías, decidió convertirse en fotoperiodista freelance en 1935. Pronto fue muy conocido por ser siempre el primero que llegaba a la escena del crimen, de un incendio, de un arresto o de un rescate. Se dice que por ello se le apodó Weegee, en relación al tablero de güija y a su supuesta capacidad para anticipar sucesos. La realidad es que fue el primero y el único fotógrafo al que permitieron instalar una radio para recibir las transmisiones de la policía y los bomberos. Ya para 1937 su éxito se publicó en revistas como LIFE y Popular Photography y en 1938 consiguió ser el primer y único fotógrafo al que le permitieron instalar una radio para recibir las transmisiones de la policía y bomberos. Después de 10 años en los que realizó sus fotografías más conocidas y expresivas, publicó su primer libro Naked City. Aunque durante su vida los museos no mostraron interés en su imágenes, captó la atención de Beaumont Newhall y Edward Steichen en el Museum of Modern Art y le incluyeron en dos exposiciones colectivas: Action Photography (1943) y 50 Photographs by 50 Photographers (1948). A partir de su muerte en 1968, muchos importantes museos se interesaron por su obra. |
Madrid. Weegee’s New York. Fundación Telefónica [1].
Del 5 de marzo al 17 de mayo de 2009.