La magnitud de los daños se ha dado a conocer gracias a un informe presentado al Gobierno chileno por el Consejo de Monumentos Nacionales a principios del mes de julio, que abunda en los resultados preliminares publicados después de la carrera en febrero, afirmando que "se han producido daños irreparables en seis sitios arqueológicos que podrían haberse evitado si se hubieran seguido las recomendaciones emitidas por el Consejo en 2008, antes de su celebración”.
Atacama y Coquimbo
Según este informe, cuatro de los sitios afectados estarían situados en la región de Atacama y dos en la de Coquimbo, a unos 500 kilómetros al norte de Santiago. El informe se centra específicamente en Pelican Creek, cerca de la localidad de La Higuera, en Coquimbo, donde un equipo de arqueólogos descubrió un campamento de cazadores-recolectores pre-colombino en el que prácticamente la mitad de los restos habían sido destruidos por el paso de la carrera.
Los vehículos pasaron directamente por encima de instrumentos de piedra como cuchillos, puntas de flechas, lanzas y raspadores, así como fragmentos de cerámica y conchas, huesos humanos y estructuras de piedra que datan de entre el 9.000 aC y el 1.500 dC. Según Oscar Acuña, secretario ejecutivo del Consejo, los daños podrían ser muy superiores, ya que únicamente han podido inspeccionar alrededor del 10% (unos 120 kilómetros) de la ruta, por lo que es muy posible que aparezcan nuevos destrozos.