¿Y quién es el tal Wladimir Klitschko? Nos preguntaremos. Pues sencillamente un peso pesado mundial ucraniano, medallista olímpico de oro, de 1,95 metros de estatura, que habla cuatro idiomas y tiene un master en Ciencias del Deporte. En realidad, el peor y más improbable conservador de arte que uno pueda imaginar.

El pabellón ucraniano de este año está situado en el Palazzo Papadopoli, un edificio del siglo XVI cercano al puente de Rialto. Está financiado por Victor Pinchuk, un magnate del acero yerno del antiguo presidente ucraniano Leonid Kuchma y patrocinado por su propia galería en Kiev y por el Ministerio de Cultura y el Turismo nacional. 

Espectáculo de soñadores

El dinero que se mueve  alrededor de esta sede y la llamada de atención sorprendente del “conservador-boxeador” han convertido este pabellón en uno de los más famosos y más de moda en Venecia.  El espectáculo que presenta el pabellón se titula Steppes of Dreamers (Estepas de Soñadores) y está concebido como un viaje a un mundo de ensueño. El antiguo palazzo ha sido todo el planteado como el decorado de una película de miedo.

En cuanto al contenido, pocos visitantes han sabido declarar qué es lo que han visto en lo relativo a obras de arte. El espectáculo ha sido creado por Illya Chichkan, ucraniano, y Mihara Yasuhiro y Ogata Kinichi, artistas japoneses. El verdadero trabajo de conservador ha sido realizado por Peter Doroshenko, el director artístico del Pinchuk Art Centre en Kiev.