La actuación, compuesta por diversas secciones de coreografías, tendrá lugar en una amplia sala de exposiciones abovedada del edificio Sabatini en la que, además, se expondrán cuatro obras del músico John Cage, íntimamente ligado a la compañía. 

Manuel Borja-Villel, director del Reina Sofía, ha señalado al respecto que “la historiografía ha tratado de descorporeizar el arte”. La danza, así como el teatro, considerados como géneros específicos, han estado marginados del ámbito artístico y de los museos cuando, en realidad, nunca han dejado de formar parte de ellos. Pintores institucionalizados y renombrados como Tiziano o Tintoretto, así como pintores más próximos al mundo moderno como Degas o Matisse, no pueden ser entendidos sin su particular interacción con las artes escénicas. Nociones, a priori, pertenecientes a la especulación sobre la pintura como composición, formato o diseño, salpican a estas otras disciplinas que son, a la vez, como las obras de arte: hechas para ser transitadas".

Nuevo concepto de museo

El mundo de la performance se había ido desarrollando y definiendo como campo de reflexión crítica y cultural en la década de 1930, concretamente en Estados Unidos, tras la llegada masiva de emigrados europeos a la costa oeste.

Esta razón hizo de Nueva York una nueva capital artística donde precisamente tuvo lugar el encuentro de Cunningham con el compositor John Cage. Aquel centro artístico no terminó, sin embargo, por ser el único. Otras regiones agruparon círculos de jóvenes inquietos, como fue el pueblo de Black Mountain en Carolina del Norte, donde terminaría naciendo el Black Mountain College. Allí llegarían por invitación de su director, John Rice, miembros de la clausurada Bauhaus como Josef y Anni Albers o Xanti Schawinsky, quien incorporó unos estudios de teatro basados en conceptos de “espacio, forma, color, luz, sonido, movimiento, música y tiempo”. Las enseñanzas multidisciplinares empezaban a ser un hecho…

La descentralización de los espacios expositivos del Museo Reina Sofía aglutina definitivamente un nuevo concepto de museo, donde termina por desaparecer la idea de un espectador-sujeto físicamente pasivo, pues ahora se le invita no sólo a inquietarse, sino a buscar de un modo no impositivo sus propias demandas estéticas, sus propios itinerarios. Sólo así, el ramificado abanico de posibilidades que abruma al visitante de museos, se subraya como lo que es: una compleja realidad donde se hace necesaria la renuncia y la selección.

Los Events de Cunningham

Merce Cunningham ideó los Events (Evento) en 1964 como una manera de presentar su trabajo fuera del espacio escénico tradicional. El programa está compuesto por diversas secciones de coreografías preparadas con antelación que son ensambladas el mismo día de su representación para adaptarse al espacio. Esta combinación se realiza siguiendo métodos aleatorios.

Es habitual que los bailarines no escuchen la música hasta el mismo día del estreno. El desarrollo compositivo pierde, de este modo, sus cánones tradicionales. El azar, como puede apreciarse, es un elemento presente en todas sus coreografías, lo que convierte cada Event en una obra única e irrepetible.

 

Merce Cunningham, una leyenda viva

Nombrado Living Legend (Leyenda Viva) en el año 2000 por la Biblioteca del Congreso de los Estado Unidos, Merce Cunningham es mucho más que un mito de la danza y de la coreografía actual. Se trata de la figura que en su día revolucionó los conceptos básicos de la danza moderna para dar lugar a la danza contemporánea como la conocemos hoy en día.

Mente infatigable, pionero en el uso de las nuevas tecnologías aplicadas a la danza, sigue trabajando en nuevos proyectos artísticos que incluyen la innovación de sus programas informáticos sobre la captura del movimiento. Son programas que emplean coreógrafos de todo el mundo y que él utiliza en todas sus creaciones desde 1991.