Ésta es parte de la nueva organización de la colección permanente del Museo Reina Sofía, una institución que cuenta ya con unos fondos de 17.000 obras, de las cuales se exhiben al público mil, incorporando 137 nuevas y 400 más rescatadas de los almacenes de la institución. Con Goya y el El Guernica como estandartes principales de esta nueva etapa del Museo, en constante y profunda renovación, los 7.500 metros cuadrados útiles que albergan las treinta y ocho irreconocibles salas expositivas ofrecerán una nueva versión de la historia del arte que fija su punto de partida en la modernidad y que, según el director del Museo, Manuel Borja Villel, "terminan con una división administrativa que no tiene sentido dentro de la historia del arte".
Ruptura de géneros
Del millar de piezas que se exhiben a partir de hoy en el Reina –el doble de lo que se venía mostrando hasta ahora–, 299 son fotografías, 265 pinturas, 230 obras sobre papel, 90 esculturas, 50 audiovisuales y 12 instalaciones, además de material documental, haciendo hincapié en la ruptura de géneros y situando a la fotografía, el cine y lo audiovisual en el mismo estatus que las artes convencionalmente conocidas como tradicionales.
Para ello, el Museo Reina Sofía ha contado con el apoyo de instituciones como el Museo del Prado, la Fundación Oteiza, la Biblioteca Nacional o la Fundación Lorca, entre otras, que han cedido obras fundamentales para su recomposición que, para dar a conocer su nueva cara, celebrará unas jornadas de puertas abiertas del 29 al 31 de mayo.
El icono del siglo XX
Aunque entre los objetivos de esta reorganización estaba mostrar las 537 piezas nunca vistas y lucir los incorporados grabados de Goya, también se pretende romper con los conceptos canónicos y homogéneos establecidos para la cronología de la historia del arte contemporáneo y contextualizar en su medida los distintos momentos artísticos de los siglos XX y XXI sin recurrir al método lineal y cronológico.
Además, durante la presentación, Borja Villel aprovechó para reivindicar el lugar y prestigio del Reina Sofía como un museo que cuenta con el gran icono del siglo XX, El Guernica, a diferencia de el MoMA o el Pompidou cuayas colecciones, según el propio director, “pueden ser mejores aunque les falte el icono”.