Es una pieza de suelo, siendo éste el espacio ocupado por eventos virtuales a modo de touch screen o pantalla interactiva. A lo largo del espectáculo, la intérprete se enfrenta a situaciones y espacios desconocidos con los cuales interactúa y toma sus decisiones de proceso.

La obra es fruto de la colaboración entre la coreógrafa y bailarina
Mariangeles Angulo y el artista visual Román Torre.

Durante el espectáculo, la intérprete estará en constante diálogo con el software responsable de los diferentes eventos narrativos pre-programados, que reaccionan en base a los desplazamientos, actitudes y diferentes gestos, por medio de la proyección y detección de la cámara, que constantemente envía las señales de posición al ordenador encargado de procesar los datos y reenviarlos al espacio escénico en tiempo real.

Lifefloor

Avatar* utiliza la pieza interactiva Lifefloor (beta) como base, investigando en la mejora y aplicaciones de algoritmos, como los que incorpora Lifefloor para una circunstancia como el movimiento sobre un espacio autónomo e interactivo. También incluye la visualización e interacción de datos en tiempo real (posición, pulsaciones, localización, etc.) y la posibilidad de aplicarlo a otros ámbitos, como, por ejemplo, la creación-realización de la música en directo y otra serie de efectos de manera autónoma y en tiempo real.

 

María Ángeles García Angulo (1972, Lorca, Murcia). Después de estudiar la carrera de danza clásica y realizar sus primeros trabajos profesionales en compañías de Murcia, en 1993 viaja a Barcelona para trabajar con Danat Danza. Participa en los montajes Ottepel, Jinete de peces sobre la ciudad, así como en las reposiciones de El cielo está enladrillado y Bajo cantos rodados hay una salamandra. Tras dejar Danat Danza, en 1996 empieza su camino personal con Erre que Erre, de la que es miembro fundador, coreógrafa e intérprete. También ha participado de manera puntual en montajes de compañías como La Fura dels Baus o Mudanzas – cia. Àngels Margarit.

Román Torre (1978, Candás, Asturias). Comienza a militar creativamente de manera autodidacta trabajando al principio de manera artesanal hacia el diseño de objetos reciclados, que luego convierte en instalaciones interactivas, urbanas o para interiores. A partir de ahí, se vincula a proyectos en los que se mezclan diversas disciplinas y elementos tan digitales como analógicos, dentro de marcos de arquitectura, iluminación, reciclaje, red de Internet, el uso de espacio público y la programación para experiencias visuales (plásticas y en movimiento).