La propuesta española se hizo efectiva durante la presentación del programa temático sobre “Evolución Humana, adaptaciones, dispersiones y desarrollo social” al resto de los países que han suscrito la Convención de Patrimonio Mundial. España viene colaborando desde hace años con este plan destinado a conseguir un mejor conocimiento de esta categoría, aún escasamente representada en la Lista de Patrimonio Mundial.
Con este Centro, España, segundo país del mundo con mayor número –43– de bienes distinguidos con el sello de la UNESCO-Patrimonio Mundial, pretende asegurar una elevada calidad en la gestión y conservación de dichos bienes y convertirse en referencia para el cumplimiento de las responsabilidades derivadas de la Convención de Patrimonio Mundial.
Especialización científica
Además, la creación de este Centro ofrecería a la comunidad internacional especialización en la investigación del arte rupestre, categoría de la Lista de Patrimonio Mundial en la que nuestro país posee lugares tan importantes como la Cueva de Altamira, el arte rupestre de la cornisa cantábrica, del arco mediterráneo, la cuenca arqueológica de Atapuerca o Siega Verde, lo que suma un total 765 abrigos en nuestra geografía. Todo ello acredita el potente bagaje científico de las instituciones españolas que trabajan en este campo.
Tras la evaluación que realizaron los expertos de la UNESCO en junio, la propuesta probablemente será presentada ante el Consejo Ejecutivo del organismo y previsiblemente aprobada por la Conferencia General que se celebrará entre octubre y noviembre de este año.