La Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial fue aprobada por la UNESCO en 2003 con el objetivo de salvaguardar el patrimonio cultural inmaterial y sensibilizar en el plano local, nacional e internacional sobre la importancia del patrimonio cultural inmaterial y de su reconocimiento recíproco.
Cuarto país
España la ratificó en 2006 y desde entonces se ha llevado a cabo un trabajo muy activo con el resultado de 11 manifestaciones inscritas en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial y dos proyectos reconocidos como buenas prácticas de Salvaguarda del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, convirtiéndose de esta manera, en el cuarto país con más elementos reconocidos.
En ediciones precedentes se incluyeron las candidaturas del canto de la Sibil∙la, el flamenco y los castells (2010); el lenguaje silbado de La Gomera -el Silbo- y los tribunales de regantes del Mediterráneo español (2009); la Patum de Berga (2003); el Misteri d´Elx (2001) y las candidaturas transnacionales de la dieta mediterránea y la cetrería (2010), y la Fiesta de la Mare de Deu de Algemesí (2011).