El flamenco logra en su segundo intento el reconocimiento de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. El Comité ha valorado para su inclusión factores como que éste se manifiesta en tradiciones y expresiones orales, representa a buena parte de la sociedad en la que se desarrolla, cuenta con un importante respaldo social e institucional y existen ya medidas para su protección y salvaguarda.
Algunos países miembros del Comité han puesto algunos reparos al número de candidaturas presentado por España, que aglutinaba 5 de las 47 propuestas. Al margen de sus tres candidaturas individuales, nuestro país ha presentado –junto a Grecia, Italia y Marruecos–, una candidatura colectiva en favor de la dieta mediterránea; y otra, en defensa de la cetrería, junto a Emiratos Árabes Unidos, Bélgica, República Checa, Francia, Corea, Mongolia, Marruecos, Qatar, Arabia Saudí y Siria. El Comité ha decidido también que ambas se incorporen al Patrimonio Inmaterial Mundial.
El flamenco, los castells y el canto de la Sibil.la fueron presentados por España como candidaturas nacionales, con la implicación de las comunidades de Andalucía, Extremadura y Murcia en el caso del flamenco; de Cataluña, para los castells, y de Mallorca, para la candidatura de la Sibil.la.
Consulte todos los admitidos en la lista del Patrimonio Inmaterial Mundial [1].