Tras cuatro meses con sus puertas abiertas, la muestra, programada para atraer a visitantes nacionales e internacionales en la considerada “temporada baja”, se convirtió en el evento cultural clave del programa de invierno 2010-11, superando los 140.000 visitantes con un promedio de 1.153 visitas diarias.

Aclamada por la crítica

Bronzino. Pintor y poeta en la corte de los Medici, aclamada por la crítica como una de las más hermosas que se han celebrado en Florencia en los últimos años, ha reunido por primera vez 54 de las 70 obras atribuidas al pintor. “Habrá otra muestra de Caravaggio, de Da Vinci, de Miguel Ángel, pero no otra de Bronzino a tal escala”, destacan los expertos.

Para ello se ha contado con la colaboración de importantes museos e instituciones de todo el mundo que han cedido para la ocasión un gran número de obras, lo que ha convertido la muestra en un hecho histórico, probablemente irrepetible, en el que ha primado la calidad artística al interés comercial.

Más allá de los medios

«El éxito de Bronzino debería llevarnos a reflexionar sobre la conveniencia de planificar exposiciones que trasciendan a la influencia de los medios de comunicación», dijo Antonio Natali, director de la Gallería Uffizi de Florencia. «No se puede decir que Bronzino fuese un desconocido, pero tampoco es de esos artistas cuyo nombre está garantizado para atraer a la multitud”, añadió Natali, que compartía comisariado en la muestra con Carlo Falciani, experto mundial en la obra del artistas italiano.

Hijo de un carnicero, Bronzino –se desconoce el origen de su apodo– nació en Monticelli, una pequeña localidad cercana a Florencia, y alcanzó la fama como pintor de la corte de Cosimo I de Médici y de su esposa, la duquesa Leonor de Toledo. Cultivó la pintura religiosa y mitológica, pero fue en el género del retrato en el que verdaderamente sobresalió. Bronzino, que además de pintor era poeta, gozó en vida de fama y del respeto de sus contemporáneos, siendo una de las figuras más influyentes no sólo de la Accademia del Disegno, de la que fue miembro fundador desde 1563, sino de los círculos intelectuales de Florencia.