Hace tan solo un par de días, Craig Webb, el socio del estudio Gehry Partners al cargo del diseño del proyecto, en unas declaraciones a Tablet Magazine –una publicación on line dedicada a la cultura judía–, se negó a explicar la decisión, comentando únicamente que “el proyecto es algo en lo que ya no estamos involucrados" y "es políticamente muy sensible".
Declaraciones cruzadas
Al día siguiente de estos comentarios, el propio Gehry los contradecía declarando que "contrariamente la noticia publicada citando a mi compañero Craig Webb, esta separación del proyecto no tiene nada que ver con la sensibilidad política percibida".
La alusión a los supuestos motivos políticos para abandonar el proyecto probablemente se refiere al sitio propuesto para la construcción del museo, justamente encima de un antiguo cementerio musulmán de muchos siglos de antigüedad y las correspondientes oleadas de protestas que han surgido exigiendo que se construyera en otro lugar. En este sentido, el alcalde de Jerusalén, el derechista Nir Barkat, ha dado todo su apoyo al proyecto con declaraciones como: "No veo ningún problema con el sitio, es irrelevante".
El Centro Simon Wiesenthal, con sede en Los Ángeles, patrocinador del museo, también emitió un comunicado a través de Tablet que parece confirmar la afirmación de Gehry. En todo caso, la fundación ya está buscando otro arquitecto para un edificio que se levantará en pleno corazón de la ciudad santa, sobre una superficie de 30.000 metros cuadrados.