Se trata de una panorámica general que arranca con sus pinturas entre 1958-70 y se detiene en una segunda etapa que se caracterizó por su aportación tridimensional con las obras creadas a partir de 1976. Las dos últimas secciones están dedicadas, una a su producción minimalista y la última resume su producción más reciente. La selección presenta un repertorio de las diferentes técnicas descubiertas y desarrolladas por Stella a lo largo de su trayectoria artística.
Precursor del Minimalismo
Frank Stella (Malden, Massachussets, 1936) es uno de los grandes maestros del arte abstracto del siglo XX aún en activo. Galardonado por el IVAM con el Premio Internacional Julio González, Stella es considerado el precursor del Minimalismo. Su obra de finales de los años 50 supuso una ruptura radical con los presupuestos plásticos que habían definido la pintura del expresionismo abstracto americano. Su pintura de depuradas líneas geométricas y colores planos transformó no sólo el formato rectangular del lienzo tradicional, sino también los presupuestos conceptuales y vitales de la propia creación pictórica.
Frank Stella, que estudió desde 1950 hasta 1954 en la Philips Academy en Andover y posteriormente, hasta 1958, en Princeton, estuvo fuertemente influenciado por el impacto que transmitieron a los estudiantes estadounidenses los creadores de la Bauhaus exiliados a causa de la amenaza del nazismo. Stella pertenecerá, pues, a una generación de artistas formados por completo en la abstracción tanto teórica como plásticamente, opción que defiende y reivindica completamente: «Creo que la abstracción ha superado a los modos figurativos de la pintura a partir de 1945», y añade, «la abstracción es de todas las vías pictóricas la que tiene más probabilidades de considerar la suma de los conocimientos adquiridos por nuestra cultura. Es adaptable y evolutiva».
Estructuras primarias
A finales de los cincuenta, e influenciado por las propuestas de Kasimir Malevich y Piet Mondrian, Stella reivindica en sus pinturas las estructuras primarias de la forma y el color. Trabaja con gran simplicidad de elementos plásticos y con gran economía de medios sobre pinturas de gran formato negras, blancas o multicolores ejecutadas con gran minuciosidad y cuyos contornos coinciden con los límites exteriores de la imagen. «Sus franjas son caminos que recorre el pincel sobre el lienzo. Caminos que no conducen más que a la pintura», dijo a este respecto Carl André.
Formas singulares
Stella inicia al poco tiempo la construcción de sus Shaped-canvas, cuadros de formas singulares y originales que desafían los cánones tradicionales. El uso de bandas de color pauta el ritmo del espacio en el soporte dando a la obra el estatus del objeto cuya función es la de revalorizar su entorno.
Tras haber sido uno de los más importantes representantes del Arte Minimal, Frank Stella recurre a partir de 1974 a formas múltiples y recortadas, confeccionadas con materiales muy diversos y usando una gama amplia de colores fluorescentes, metálicos, ácidos… Es un trabajo que se va haciendo paulatinamente tridimensional y cuyas formas libres le encaminan hacia la escultura. Recortes de cartón, telas, bronce, o fragmentos de rejilla que une a piezas de aluminio fijadas a estructuras de metal.
Esta metamorfosis hecha a partir de series que se superponen en el tiempo, con aportes del kitsch, del grafiti, con evocaciones del Pop y empleando colores de la cultura popular, le conducen a una especie de barroquismo del que más tarde escapará cuando trabaje en obras de escala monumental, a las que el acero pulido, oxidado o quemado le darán un aspecto mucho más austero.
Valencia. Frank Stella. Del rigor al barroquismo. IVAM [1].
Del 24 de julio al 14 de octubre de 2012.