El Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) muestra una nueva exposición de García Alix que se articula en torno al audiovisual De donde no se vuelve, creado por el artista para la misma. Las 200 fotografías, que se mostrarán hasta el próximo 16 de febrero, repasan su evolución desde 1976 hasta la actualidad, generando un mosaico visual que, según el comisario de la muestra, Nicolás Combarro, rehúye el tradicional esquema cronológico de una exposición retrospectiva, y que debe interpretarse como conjunto y en relación con dicho vídeo, más que como creaciones estéticas independientes.
El Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (MNCARS) muestra una nueva exposición de García Alix que se articula en torno al audiovisual De donde no se vuelve, creado por el artista para la misma. Las 200 fotografías, que se mostrarán hasta el próximo 16 de febrero, repasan su evolución desde 1976 hasta la actualidad, generando un mosaico visual que, según el comisario de la muestra, Nicolás Combarro, rehúye el tradicional esquema cronológico de una exposición retrospectiva, y que debe interpretarse como conjunto y en relación con dicho vídeo, más que como creaciones estéticas independientes.
De donde no se vuelve es una narración autobiográfica en la que el propio artista relata su vida a la vez que él mismo va tomando conciencia de ella, explorando poco a poco su memoria junto al espectador.
Este tipo de planteamiento va en la línea del discurso reflexivo e introspectivo que García Alix viene desarrollando desde su etapa parisina -de la que ya pudimos ver tres ejemplos en la muestra de la Comunidad de Madrid Tres tristes vídeos (2006)-. Es por eso que la pieza audiovisual actúa como elemento unificador de todo el conjunto, resaltando el hecho de que esa conciencia autobiográfica ha sido, en realidad, el eje central de toda su obra.
Por tanto, las fotografías que se mostrarán no serán aquellas que retratan a los personajes más mediáticos de la época que le vio nacer como fotógrafo -la llamada movida madrileña-, sino los retratos más íntimos y personales, así como otro tipo de retrato social más general. Éste último permitirá seguir la evolución de la historia de España desde los años 70 hasta hoy. Así, la autobiografía trasciende el plano personal para instalarse en lo colectivo.