A través de esta muestra, el público madrileño podrá conocer uno de los talleres de innovación arquitectónica más sorprendente del siglo XX: la Cripta de la Colonia Güell, un laboratorio de ideas donde la creatividad del artista brota en toda su magnificencia dando lugar a nuevos planteamientos constructivos y formales que culminarían con su obra maestra, la Sagrada Familia.
Experimentaciones
El propio Gaudí lo reconoció abiertamente: «Sin las experimentaciones a gran escala que hice en la Colonia Güell, en sus formas alabeadas, en sus columnas helicoidales, en los paraboloides de las paredes y de las bóvedas, no me hubiera atrevido a aplicar estas geometrías en el Templo de la Sagrada Familia. Por lo tanto, este trabajo ha sido un experimento previo a una nueva arquitectura: la capilla superior se habría convertido en una maqueta monumental de las naves y de las cúpulas del Templo Expiatorio».
Por primera vez en Madrid se mostrarán de forma exclusiva piezas originales, algunas inéditas, para aproximar al gran público la comprensión del método del arquitecto con más obras declaradas Patrimonio de la Humanidad.
Ámbitos expositivos
Las colonias, muy abundantes en la Cataluña del siglo XIX, eran instalaciones separadas de los núcleos de población que se dedicaban a fines industriales. Además de las fábricas y los talleres, en ellas existían casas para los obreros y encargados, iglesias, escuelas, economatos, enfermerías y otras infraestructuras similares que las convertían en ciudades exclusivamente industriales.
Comprometido con su tiempo, Gaudí no sólo fue un inventor de formas constructivas, sino también un amante de la naturaleza, religioso y con conciencia social obrera. Por ello, muy cerca de Barcelona, construyó la Colonia Güell, en la cual se había proyectado una iglesia que finalmente no llegó a levantarse entera, y de la que solamente se edificó una cripta. No obstante, en palabras del arquitecto japonés Arata Isozaqui, con esta cripta, «Gaudí sobrepasó todos los límites establecidos en el mundo de las formas».
Sumamente original
La actitud genial de Gaudí como artista revolucionario reside en su método, sumamente original. En esta exposición se presentan obras originales e inéditas que han sido seleccionadas por su capacidad ilustrativa a la hora de explicar quién era y cómo trabajaba: fotografías antiguas, documentos auténticos, pruebas de laboratorio, material técnico, herramientas, etc.
De la maqueta polifunicular se muestra un saquito de peso y las placas metálicas de marcaje, también sus compases de picapedrero, una factura de la construcción de la iglesia firmada por Gaudí, el atril del altar y los candelabros que Jujol, su aprendiz –de quien Gaudí decía que sabía encontrarle el color que imaginaba–, hizo para la iglesia.
Lo más destacado de la exposición es un banco litúrgico original de la cripta, cuya belleza reside en su simplicidad, pero que sintetiza al Gaudí artista y al científico. Además, pantallas y vitrinas se combinan para situar la cronología gaudiniana, al artista geómetra que hizo de su vida una búsqueda de la belleza y la verdad a través de los materiales y de la tradición mediterránea, del color y la luz, de la potencia del símbolo y de la visión de los ángeles.
Gaudí Lab ha sido organizada por Advanced Leisure Services (empresa gestora de la Colonia Güell) y el Centro Cultural Blanquerna, producida por el Museo Diocesano de Barcelona y patrocinada por la Obra Social “La Caixa” y la Fundación AGBAR.
Madrid. Gaudí Lab. Centro Cultural Blanquerna [1].
Hasta el 21 de septiembre de 2012.