La muestra, comisariada por Joaquín Roses, profesor titular de Literatura Española e Hispanoamericana de la Universidad de Córdoba, y organizada en colaboración con el Ayuntamiento y la Universidad de la misma ciudad, clausura la conmemoración del 450 aniversario del nacimiento del escritor, al tiempo que celebra el Tricentenario de la BNE.
Además de obra original, en la exposición se puede ver un audiovisual que lleva por título En el papel diáfano del cielo y en el que se realiza una lectura continuada de poemas completos y fragmentos de Góngora, seleccionados por el comisario, acompañada de imágenes mudas extraídas de las imágenes reproducidas en el catálogo, alusivas directa o conceptualmente al contenido de dichos versos.
Por otra parte, una pantalla táctil permite al visitante navegar libremente por la digitalización de los tres volúmenes (186 imágenes) del Manuscrito Chacón, propiedad de la Biblioteca Nacional.
Vida y contextos
La muestra, dividida en cuatro bloques, comienza con el titulado En orbe de oro luminosa estrella: vida y contextos, que sitúa al poeta en su tiempo a través de cinco secciones: Libros que hechizaron a Góngora; Viajes y poesía: Córdoba, Madrid y otras ciudades; Corte y clero; Imagen inmóvil y letra de don Luis y El manuscrito Chacón: estela y alhaja del Príncipe de los poetas.
Este bloque alberga retratos de Luis de Góngora (Velázquez) o Felipe IV (Gaspar de Crayer), junto a cartas autógrafas del poeta cordobés, el célebre Manuscrito Chacón y obras de diversos autores de los siglos XVI y XVII como Juan de Mena, Garcilaso de la Vega, Juan Rufo, Luis Carrillo y Sotomayor, Alonso de Ercilla, Fernando de Herrera o Lodovico Ariosto.
El segundo bloque, dividido también en cuatro secciones –La transmisión manuscrita; La transmisión impresa; La polémica sobre la nueva poesía y Fugaz esplendor: imitadores en Europa y América– se refiere a El triunfo de Góngora en el siglo XVII y reúne manuscritos que contienen obras como el Estrada o el Iriarte; retratos de coetáneos como Lope de Vega, Pedro de Valencia o José de Pellicer, diversas ediciones de la poesía de don Luis impresas en distintas ciudades (Lisboa, Bruselas, etc.), así como manuscritos e impresos que recogen la polémica que provocaron sus poemas más innovadores, como el Polifemo y las Soledades. También figuran en este bloque libros de imitadores del siglo XVII y XVIII, tanto europeos como americanos.
Motivos cotidianos
El tercer bloque, Motivos cotidianos, poemas estelares, mitos inagotables: sugerencias de la forma, la línea y el color, invita a un recorrido por los sectores más estimulantes de la producción gongorina con tres capítulos: Lo pastoril, lo cinegético y la música (que recopila instrumentos musicales de la época y óleos como Escena pastoril de Adriaen van de Velde); Brújulas en el universo poético: Polifemo y Galatea, Soledades, Píramo y Tisbe, donde se exhiben importantes óleos como Acis y Galatea, de Charles de la Fosse, El rapto de Proserpina, de Simone Pignoni, o el Píramo y Tisbe de Gregorio Pagani, junto a otros autores como Piere Claude Gautherot y Abraham Daniëlsz Hondius; y Vórtice de mitos y motivos (que incorpora como escultura una de Ganimedes del siglo II y el óleo de Claude-François Delorme Hero y Leandro).
El último bloque de la exposición, La galaxia de Góngora en el siglo XX, analiza las revisiones del poeta en el último siglo a través de cuatro secciones: Constelaciones poéticas y artísticas; Inextinguibles proyecciones al universo contemporáneo; La elipse en América; y La nebulosa crítica.
Generación del 27
El arte está presente en este último capítulo con los retratos de algunos miembros de la Generación del 27 realizados por Gregorio Prieto, como los de Luis Cernuda, Dámaso Alonso, Federico García Lorca, Miguel Hernández o Rafael Alberti, de los que se exponen también manuscritos; el busto de Góngora esculpido en bronce patinado por Mateo Inurria; los Veinte poemas de Góngora ilustrados por Picasso; y obras pictóricas de Luis Gordillo (Tricuatropatas), Joaquín Vaquero Turcios (Retrato de Góngora joven) o Guillermo Pérez Villalta (Las lágrimas de Narciso).
Junto a ellas, esculturas de Josep Maria Subirachs o el cartel original de La bella y la bestia, de Jean Cocteau; entre las ediciones del siglo XX se pueden ver obras como Perito en lunas de Miguel Hernández, Antiguo muchacho de Pablo García Baena, Cantos de vida y esperanza de Rubén Darío, Muerte de Narciso, de José Lezama Lima, y poemarios de Jorge Luis Borges, Octavio Paz o Severo Sarduy.
La muestra se cierra con las ediciones y los ensayos de algunos de los grandes impulsores del último siglo en el estudio del poeta cordobés, como Dámaso Alonso, Robert Jammes, Emilio Orozco Díaz, Antonio Carreira o Joaquín Roses.
Madrid. La estrella inextinguible. Magnitud estética y universo contemporáneo. Biblioteca Nacional de España [1].
Hasta el 19 de agosto de 2012.
Comisario: Joaquín Roses.
No se pierda la entrevista con el profesor Roses:
«A Góngora le importaba un comino lo que pensara Quevedo» [2]