Schuh creó un mundo muy particular, en el que se empeñaba en destacar el lado más subjetivo de la realidad que percibía con su cámara. Explicaba que el arte de la fotografía alberga «un cierto tipo de encaprichamiento; lo que implica algo impulsivo, algo inalcanzable por medio de la razón».
La muestra incluye 113 obras, de las que 93 son obra de Schuh, las más importantes, concebidas entre 1929 y 1956, cedidas por la Fundación para la Fotografía Suiza (Fotostiftung Schweiz) [1], organización que administra su legado. Como colofón se exponen 20 obras realizadas por miembros del Kollegium de fotógrafos suizo en la década de los cincuenta.
En cuerpo y alma
Schuh es uno de los fotógrafos suizos más importantes del siglo XX. En 1930 interrumpe una prometedora carrera de pintor para dedicarse en cuerpo y alma a la fotografía. Participa entusiastamente en la revolución estética que tuvo lugar en el mundo de la fotografía a finales de los años veinte y que postulaba una «nueva visión» y en el floreciente fotoperiodismo descubre una oportunidad para poner en práctica sus ideas plásticas.
Pero junto a su actividad de reportero, siempre buscó posibilidades de escapar de la cotidianeidad. A principios de los treinta realizó varias estancias en París, donde superó el rígido programa de la «nueva visión» y desarrolló un estilo que podría describirse como «realismo poético». A partir de entonces, la expresividad emocional, la densidad de ambientes y la sensibilidad psicológica se convierten en elementos centrales de su fotografía.
Madrid. Gotthard Schuh [2]. Fundación Mapfre.
Del 13 de diciembre de 2011 al 29 de febrero de 2012.
Comisario: Peter Pfrunder, director de la Fotostiftung Schweiz de Winterthur.