Esta muestra, patrocinada por el Ministerio de Cultura y la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, con la colaboración de CCM, acerca por primera vez a Guadalajara el Apostolado completo que el artista pintó hacia 1607, pertenenciente a la colección del Museo del Greco. Una serie de doce apóstoles, presididos por El Salvador,
que configuran el conjunto más alucinado de miradas, gestos y actitudes
que el visitante pueda contemplar y ante cuya visión es imposible
permanecer indiferente.
La exposición, comisariada por Fernando Marías y María Cruz de Carlos Varona, acerca a dos de las diferentes interpretaciones que estos lienzos han suscitado a lo largo de la historia, concretamente en los siglos XVII y XX:
I. El Apostolado del Greco y la invención del artista: motivaciones y fuentes. Esta primera parte de la exposición muestra la serie de 13 cuadros compuesta por el Apostolado del Museo del Greco, una de las tres que se conservan. Se expone, además, un conjunto de grabados que también representan al apostolado, entre los que destacan los de artistas como Alberto Durero o Lucas van Leyden. Se trata de acercar el contexto de una Europa Moderna, en la que la Iglesia pretende recuperar los valores primitivos que representaba la cultura apostólica. Su expresión visual es la realización de inumerables series de estampas que representan a los apóstoles, misión a la que se suma el cretense.
II. Redescubriendo un Apostolado: de Cossío a Marañón. La segunda parte de la exposción nos adentra en la visión que del Apostolado del Greco tuvieron los primeros estudiosos del pintor. El historiador Manuel Bartolomé Cossío (1857-1935) creyó ver en el San Bartolome “un loco furioso escapado del antiguo y célebre Hospital del Nuncio”. Más tarde, el médico Gregorio Marañón (1887-1960) se embarcó en un experimento en el que enfermos mentales del hospital toledano fueron caracterizados como apóstoles y fotografiados, intentando demostrar que el pintor había utilizado locos como modelos.
La muestra reúne las fotografías y negativos originales empleados por Marañón, una carta del doctor hablando sobre ello y las repercusiones del experimento en la prensa internacional. Además, se incluyen textos del médico Jean Martin-Charcot (1825-1893), que investigó sobre la histeria y otras enfermedades mentales.
El Greco: Los Apóstoles. Santos y “Locos de Dios” permanecerá expuesta en el Museo de Guadalajara hasta el próximo 14 de noviembre. Después viajará hasta Ciudad Real, donde podrá contemplarse en el Antiguo Convento de la Merced. Aquí concluirá un largo recorrido de dos años, que ha llevado a este Apostolado por Sevilla, Valencia, Zaragoza, México y Bruselas, tras el que regresará a Toledo para la reapertura del Museo del Greco.
Domenikos Theotokopoulos, El Greco, murió en abril de 1614 y con su
fallecimiento su arte iría progresivamente cayendo en el olvido. El
gusto de sus contemporáneos y de los que vinieron detrás le dieron la
espalda. Todo cambió en 1908 cuando Bartolomé Cossío, profesor de la
Institución Libre de Enseñanza, realizó un estudio completo de sus
obras. Es en ese momento cuando El Greco vuelve a convertirse en el
centro de las miradas; artistas y eruditos reflexionan sobre su pintura o
sobre lo vanguardista de su técnica. Comenzó entonces a fraguarse un
mito.
El redescubrimiento Desde la muerte del cretense, acaecida en abril de 1614, su arte fue La casa y el museo Entre estos amantes de la pintura destacaba Benigno Vega Inclán. El En una de sus estancias en Toledo será cuando –contagiado por el Don |
Guadalajara. El Greco: Los Apóstoles. Santos y “Locos de Dios”. Museo de Guadalajara [1].
Del 16 de septiembre al 14 de noviembre de 2010.
Comisarios: Fernando Marías y María Cruz de Carlos Varona.