Guardans ha asegurado que no había desavenencias con la ministra previas a su destitución el pasado jueves, aunque ha reconocido que en alguna ocasión ella le había comentado «eso de que las cosas hay que hacerlas fuertes en el fondo y suaves en la forma».
Además, ha insistido en que todas las decisiones que tomó fueron «consensuadas y consultadas», y ha subrayado que toda imagen de que ha hecho algo «al margen de la ministra» y le echan «porque se cansa, es falsa». Así, ha reiterado que «todas las decisiones han sido consultadas, consensuadas, comentadas, antes, durante y después con la ministra».
Sector en reconversión
Preguntado sobre si ha pisado algún callo que haya podido molestar a la ministra, ha respondido que ha «pisado minas». «Pero es normal –ha agregado–. No nos hagamos trampas al solitario. El cine es un sector en reconversión en todo el mundo, y eso ha saltado por los aires con internet, y en España es particularmente grave porque las empresas de cine tienen dependencia brutal de administraciones públicas y televisiones».
Por último, Guardans ha reconocido que su cese le pilló por sorpresa, pues hasta mediodía de ese jueves estuvo en un acto con la Reina entregando un premio en la Academia, y allí estuvo concertando almuerzos y entrevistas para la siguiente semana «en presencia de la ministra». Pero tres horas más tarde le comunicaron que su cese «iba a Consejo de Ministros», por lo que ha sido como «ir a 150 kilómetros por hora en un coche y pararlo en seco y de golpe».
Finalmente, ha asegurado que no tiene ofertas de trabajo, «aunque estos 18 meses al frente del ICAA dan para varios guiones», y se ha mostrado «muy orgulloso de haber formado parte del conjunto de altos cargos de este Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero».