Guardans ha asegurado que no había desavenencias con la ministra previas a su destitución el pasado jueves, aunque ha reconocido que en alguna ocasión ella le había comentado «eso de que las cosas hay que hacerlas fuertes en el fondo y suaves en la forma».
Además, ha insistido en que todas las decisiones que tomó fueron «consensuadas y consultadas», y ha subrayado que toda imagen de que ha hecho algo «al margen de la ministra» y le echan «porque se cansa, es falsa». Así, ha reiterado que «todas las decisiones han sido consultadas, consensuadas, comentadas, antes, durante y después con la ministra».
Sector en reconversión
Preguntado sobre si ha pisado algún callo que haya podido molestar a la ministra, ha respondido que ha «pisado minas». «Pero es normal –ha agregado–. No nos hagamos trampas al solitario. El cine es un sector en reconversión en todo el mundo, y eso ha saltado por los aires con internet, y en España es particularmente grave porque las empresas de cine tienen dependencia brutal de administraciones públicas y televisiones».
Por último, Guardans ha reconocido que su cese le pilló por sorpresa, pues hasta mediodía de ese jueves [1] estuvo en un acto con la Reina entregando un premio en la Academia, y allí estuvo concertando almuerzos y entrevistas para la siguiente semana «en presencia de la ministra». Pero tres horas más tarde le comunicaron que su cese «iba a Consejo de Ministros», por lo que ha sido como «ir a 150 kilómetros por hora en un coche y pararlo en seco y de golpe».
Finalmente, ha asegurado que no tiene ofertas de trabajo, «aunque estos 18 meses al frente del ICAA dan para varios guiones», y se ha mostrado «muy orgulloso de haber formado parte del conjunto de altos cargos de este Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero».