Los hallazgos se han producido como consecuencia de una excavación llevada a cabo entre las calles Real y Molino previa a la construcción de varios bloques de viviendas en la zona, según ha detallado el arqueólogo Alfonso Palomo.
Desde hace tiempo se tenía constancia a través de escritos antiguos de que en la zona existía una necrópolis islámica, llamada "maqabriya", lo que ahora se ha visto refrendado tras la localización de tumbas de personas de confesión islámica.
Los túmulos, que han aparecido junto a otros restos, constatan el hecho de que la ciudad ceutí formaba parte de los territorios de la dinastía meriní.