En esta dirección, el proyecto El olor perfecto se vincula con un grupo de trabajos que Zurita viene desarrollando desde mediados de la década pasada, en los cuales ahonda en el acercamiento a la imposibilidad de «atrapar representacionalmente lo invisible»; como si siguiera los preceptos fundacionales de Bataille de lo abyecto, donde misterio, dolor, sospecha y alquimia dan como resultado un estado de incertidumbre.
Cráneo-cerebro
Jesús Zurita, de este modo, se enfrenta a la obra de arte como quien entra en la caverna sonora-sensorial de su cráneo-cerebro, y desde ahí, desde el eco de sus preguntas, donde racionalidad y experiencia emocional se mezclan en un territorio de carnalidades y reflejos referenciales de su imaginario, arguye un micro-relato fragmentario de ecos. Así, su pintura se convierte en una especie de herramienta de experimentación narrativa que se debate entre una presencia figural y una experiencia atmosférica sobrecogedora, abstracta, inasible, impalpable, pero físicamente estacionaria; es decir, latente, como “cosa que está ahí”, y que desde su no exhibición oculta, se deja entrever.
Jesús Zurita reside desde 1993 en Granada, donde se licenció en su Facultad de Bellas Artes. Ha expuesto su obra en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla, el Palacio de los Condes de Gabia y el Instituto de América / Centro Damián Bayón de Granada, y en las galerías españolas Fúcares, Almagro / Madrid, Sandunga,Espacio Líquido y Alfredo Viñas; así como en GEGalería de Monterrey, México, Costantini Arte Contemporáneo de Milán, 7 Contemporary Art Gallery de La Haya o en el Instituto Cervantes de Tokyo, entre otros.
Las Palmas de Gran Canaria. Jesús Zurita. El olor perfecto. CAAM – San Antonio Abad [1].
Hasta el 28 de agosto de 2011.