En esta muestra, Esperanza d’Ors reflexiona sobre la condición humana a través de 16 esculturas que forman parte de los fondos de la Colección Würth España y de colecciones privadas. La exposición se articula en torno a tres series escultóricas: Los laberintos de Ícaro; Prometeo, no debiste traer el fuego y Narciso: el espejo de mi soledad. En todas ellas, la figura humana, con unos marcados perfiles andróginos, deja patente la carga de denuncia que conlleva la obra de la artista. Las heridas de mis alas es un buen ejemplo del dramatismo volcado en un Ícaro que nunca más podrá volar porque le han robado sus alas-sueños.

Decidida voluntad filosófica

Con una decidida voluntad filosófica, Esperanza d’Ors realiza una personal lectura de los mitos clásicos. Partiendo de un concepto clásico de la estatuaria, sus esculturas poseen un carácter que las aleja del realismo: están formadas por figuras humanas que se presentan solas o en grupo, siempre desnudas; las formas que añade a ellas (máscaras, alas, cepos…), o los escenarios por los que les hace transitar, son una ayuda a la narración conceptual y lo que les confiere su carácter actual. Por ello la crítica la ha calificado como una artista neoclásica y posmoderna. Consigue evocar el cansancio del hombre contemporáneo, abriendo interrogantes sobre su destino…

Si bien las obras que forman parte de la muestra han sido creadas en diferentes formatos, todas han sido concebidas con la voluntad de convertirse en obras públicas, respondiendo al deseo de hacer un arte destinado a todos. Este interés por la escultura pública es lo que le ha llevado estos últimos años a insertar en la ciudad contemporánea sus narraciones míticas sobre Ícaro, Prometeo, Sísifo o Narciso.

Así, en diferentes países: Alas para Coco Chanel en Kyoto, Japón, Afrodita para Kolbe en Amberes, Bélgica, como en varias ciudades españolas: El regreso de Ícaro con su ala de surf en Alicante, Monumento a la Concordia en Oviedo, Los cuatro elementos naturales en León (una procesión mítica de Prometeo, Sísifo, Narcisa e Ícaro) o Devolución de Prometeos a su lugar de origen en Madrid.

 

"Todos somos Prometeo porque estamos encadenados a la tierra donde tenemos que desarrollar nuestro destino, somos Narciso porque en el espejo de la vida nos preguntamos quiénes somos, y también Ícaro porque continuamente intentamos volar con nuestros sueños" (E. d’Ors)

La Rioja. Esperanza d’Ors. Hombres como Dioses. Museo Würth La Rioja.

Hasta el 27 de junio de 2010.