Ambas instituciones quieren también recordar su reinado (1746-1759) caracterizado por la neutralidad y la paz en el exterior y pródigo en necesarias reformas dirigidas a la modernización de España, que marcaron el camino al reformismo de su hermano Carlos III.

Medio centenar de piezas

Guillermo Calleja Leal es el comisario de esta exposición que reúne medio centenar de piezas. El núcleo central de la muestra se halla en la Sala de Juntas del Castillo, concebida para recordar el uso del edificio como pabellón de caza de los Borbones.

En este apartado de la muestra se puede ver un magnífico óleo de Jean Ranc titulado Retrato de don Fernando, Príncipe de Asturias (c. 1731), que es la obra principal de la exposición; un cuadro de Luis Ferrant y Llausás titulado Fernando VI y su esposa Bárbara de Braganza (1854); un retrato del Marqués de la Ensenada, quien con Carvajal fueron los dos principales ministros del rey, y cuyo óleo es una copia anónima de un original de Jacopo Amiconi, de fines del siglo XVIII.

Además, se exhiben varios reposteros y todo un conjunto de piezas relacionadas con el tema de la caza: cuadros de naturaleza muerta, que son obras de Ginés de Andrés Aguirre y Ramón Bayeu, tapices e instrumentos propios de cazadores (chifles o cuernos para la pólvora, bolsa para las balas, turquesas para la fabricación de balas y otros elementos del arte venatoria). Destacan especialmente varias escopetas madrileñas de caza, también de la época del reinado y fabricadas por arcabuceros reales en un momento en el que la arcabucería española se consideraba la mejor del mundo.

Arcabucería española

El segundo espacio expositivo se encuentra en el vestíbulo de la planta primera y está centrado, especialmente, en la Marina del reinado de Fernando VI.

El monarca fue el artífice de las famosas Reales Ordenanzas de la Armada por lo que se han querido reunir piezas que nos remiten a esta época: instrumentos de navegación náutica; un busto de Jorge Juan, de José Martínez Ferrol; el retrato del célebre Marqués de la Victoria, junto con su bastón, su cartera y la famosa mesa de operaciones ideada por él; varias armas; planos que ilustran las importantes obras de transformación de los astilleros en arsenales; un plano de la construcción de un navío y la maqueta de un cañón naval, entre otras piezas de interés.

El catálogo que acompaña a la muestra incluye textos de Guillermo Calleja Leal (Fernando VI: semblanza de un reinado de paz, justicia y progreso y El castillo de Villaviciosa de Odón, pabellón de caza de los Borbones); José María Blanco Núñez (La Armada en los tiempos de Fernando VI); Marcela Estévez (El castillo de Villaviciosa de Odón, última morada de Fernando VI) y Rosalía Martínez Perez (El castillo de Villaviciosa de Odón en la actualidad: el Archivo Histórico del Ejército del Aire) así como una relación ilustrada de las piezas que están presentes en la exposición.

 

Un final trágico para un gran rey

En agosto de 1758 falleció la reina Bárbara de Braganza en Aranjuez, lo que provocó, unida a la muerte de su ministro Carvajal y al destierro de Ensenada, un agravamiento en la salud de Fernando VI, hasta llegar a la locura. Se le recluyó en el palacio de Villaviciosa de Odón hasta su muerte, ocurrida en 1759, justo al año de la muerte de su esposa y con tan sólo 45 años. Sus restos mortales descansan junto con los de su mujer en la Iglesia de Santa Bárbara de Madrid en un mausoleo diseñado por Francesco Sabatini y labrado en mármol y pórfido por Francisco Gutiérrez Arribas. Al fallecer sin descendencia, fue sucedido por su medio hermano, Carlos III, hijo de Felipe V y su segunda esposa, Isabel de Farnesio. 

 

Castillo de Villaviciosa de Odón (Madrid). Fernando VI en el castillo de Villaviciosa de Odón.

Del 21 de octubre al 3 de diciembre de 2009.

Comisario: Guillermo Calleja Leal.