La obra de Duchamp, que aparentemente parece ser una simple puerta de madera, es en realidad una tabla con varios orificios, de los cuales únicamente dos sirven para mirar y a través de los cuales se descubre una mujer medio desnuda oculta en un paisaje.

Duchamp trabajó en secreto en esta pieza durante casi 20 años, hasta el punto de que sus amigos pensaron que había abandonado el arte, y sólo fue revelada al público cuando, a modo póstumo, fue instalada en el Museo de Arte de Filadelfia.

El homenaje quiere destacar también la labor de Anne d’Harnoncourt, difunta directora del museo, quien supervisó la instalación original de la obra cuando era simplemente una asistente de 25 años de edad. Para completar la exposición, se mostrarán además 80 estudios, fotografías, objetos eróticos y otros documentos relativos al artista dadísta.