La vida de Hoppé parecía destinada a la de un gran banquero como la de su padre. Pero una cámara se interpuso en su destino y los retratos comenzaron a ser su principal preocupación. En la época en que desarrolló su trabajo, previa a la Primera Guerra Mundial, se produjo un gran auge cultural, lo que le permitió fotografiar a figuras del mundo del arte como Henry James o bailarines del Ballet Ruso, tan importante en la época. Richard Strauss, Jacob Epstein y William Nicholson, entre otros, no pudieron escaparse de la mirada de su objetivo.
Poco a poco fue adquiriendo gran fama. Además, también dedicó parte de su trabajo a documentar la vida en Londres, a retratar la cotidianeidad de sus calles. Pronto llegarían los viajes por todo el mundo. Imágenes que transportan a las llanuras africanas, a calles de la fría Alemania o a rascacielos de Estados Unidos.
E.O. Hoppé. El estudio y la calle reflejará el interés del fotógrafo por las ideas de raza, belleza y la posibilidad de ascenso social, dividiéndose en las imágenes que tomó desde su estudio y en la calle. Se dividirá, así, en secciones que dejan al descubierto estas líneas de investigación: Estudio (donde se podrán ver los retratos más celebres que realizó), calle (imágenes donde Hoppé capturó la vida que discurría por las aceras de Londres rompiendo las barreas de las clases sociales), las bellas (donde presenta aun nuevo canon de belleza femenino teniendo en cuenta un principio multicultural retratando a mujeres haitianas o de raza negra), y tipos (donde la raza y la clase social diferencian a cada uno de los retratados).
Los fondos de esta muestra provienen de la prestigiosa National Portrait Gallery de Londres y de la colección del E.O. Hoppé Estate.
Madrid. E.O. Hoppé. El estudio y la calle. Sala Azca de la Fundación Mapfre.
Del 7 de marzo al 29 de abril 2012.
Comisario: Philip Prodger.