La exposición que ofrece hasta el 29 de abril la sala de exposiciones AZCA de la Fundación Mapfre en Madrid, titulada E.O. Hoppé. El estudio y la calle, es la versión española de la muestra realizada en la National Portrait Gallery de Londres el año pasado. Dividida en cuatro secciones, traza una visión global de la importancia de los géneros en la obra de Hoppé: El estudio, La Calle, Las Bellas y Los tipos.

Hoppé comenzó su carrera a finales del siglo XIX, cuando casi todo era pictorialismo, y entre 1907 y 1939 desarrolló la mayoría de su producción fotográfica. Fue retratista, para muchos el mejor de su época, reconocido e indispensable nombre para la clase pudiente pero, ambicioso, no se conformó con eso. Capaz de fotografiar a la élite del Buckingham Palace y perteneciente a ese cerrado mundo, Hoppé se preocupó también por incorporar a su obra la cotidianidad de las calles, interesándose por figuras marginales, inválidos, trabajadores a destajo, escenas de hospitales, cafeterías, oficios artesanos, cementerios de animales… panorámicas que dan fe de otra vida, aquella que se desarrolla más allá de las paredes de su deseado estudio.

A partir de 1920, el estudio cede frente a la calle. Pasea por la ciudad en busca del hombre común. Su fotografía, influida en este sentido por su amigo personal Bernard Shaw, pretende captar los tipos y clases sociales británicas. Sus imágenes, producto de una profunda reflexión psicológica, reflejan una personalidad pura, lo que aporta carácter al personaje. ¿Por qué unos triunfan y otros no? Con sus retratos de poder, Hoppé se pregunta qué es aquello que hace que unos lleguen a lo más alto y otros desciendan al olvido.

 

 

Madrid. E.O. Hoppé. El estudio y la calle. Sala Azca de la Fundación Mapfre.

Hasta el 29 de abril 2012.

Comisario: Philip Prodger.