El pasado 1 de febrero se hizo público que los conservadores del Museo Nacional del Prado habían identificado con un elevado grado de certeza una réplica de La Gioconda que podría haber sido pintada por uno de sus pupilos favoritos, probablemente Andrea Salai o Francesco Melzi.
Varios meses
Los expertos del Prado emplearon varios meses en estudiar, limpiar y quitar el oscuro barniz que cubría la tabla, hasta ahora considerada una copia realizada por un maestro flamenco del retrato más famoso del mundo.
El discípulo de Leonardo habría ejecutado la réplica a medida que el maestro toscano iba pintando el original en su estudio de Florencia. Diversos estudios fotográficos y radiológicos efectuados sobre el cuadro arrojan resultados que, muy probablemente, cambiarán nuestra forma de apreciar y comprender los secretos del retrato de Lisa Gherardini, la esposa del comerciante florentino Francesco del Giocondo.
El tamaño del original y la réplica es prácticamente el mismo: 77 X 53 cm para el primero y 76 X 57 para la segunda.