El puente de la Constitución es una estructura ligera y flexible que mide 94 metros de largo y un ancho que varía entre los 5,58 metros y los 9,38. El diario La Repubblica publica en su edición digital que en el informe se establece que no es una obra "plenamente en funcionamiento" y que para su uso se recomienda que sea "controlado de forma continua" para asegurar que cumple con los niveles mínimos de seguridad.
Aspectos oscuros
Según el informe, las pruebas que se han realizado del puente "evidencian no pocos aspectos oscuros" y se apunta que "se puede perder repentinamente su funcionalidad". Sin embargo, la asesora veneciana en el ámbito de trabajos públicos, Mara Rumiz, respondió que "no es cierto que el puente sea inseguro" y recordó que desde un principio se sabía que requería controles.
Desde su proyección, construcción e inauguración, que tuvo lugar el año pasado, el puente ha suscitado numerosas críticas. Su presupuesto inicial era de 7,2 millones de euros, pero finalmente su coste fue de 11,2 millones. A las quejas por su elevado coste se sumaron los retrasos en su construcción, puesto que en 2002 se había fijado un plazo de poco más de un año para finalizar la obra.