Las salas de Recoletos de esta fundación acogerán, del 15 de enero al 22 de abril, 90 de las grandes obras maestras de Manet, Monet, Renoir, Sisley, Pisarro o Cézanne, entre otros. Es la primera vez que un conjunto de obras impresionistas de primera importancia se presenta en España. Se trata por tanto de una ocasión única para contemplar, a través de los grandes maestros, una visión global de este movimiento artístico que cambió la percepción de la modernidad y que empezó con la modesta exposición de pintura que, en 1874, anunció el nacimiento de esta mayor revolución artística de la historia: el Impresionismo.
Jóvenes artistas
Aquella exposición había sido organizada, en su mayoría, por un grupo de jóvenes artistas que se hacían llamar Societé Anonyme de Artistes, Peintres, Sculpteurs, Graveurs, etc. Los miembros de tan curiosa sociedad no requerían ser considerados una nueva escuela artística con un estilo determinado, sino un colectivo de pintores con intereses comunes.
Aunque hoy pueda parecer habitual el amplio alcance social de una crítica periodística, en la Europa de finales del XIX era algo nuevo. La difusión de la alfabetización y la cultura contribuyó al interés creciente de los ciudadanos de París por el mundo del arte.
La impresión
Uno de los mayores acontecimientos anuales de la ciudad, el Salón, donde se expusieron las obras de numerosos autores contemporáneos, permaneció abierto durante tres meses y fue visto por medio millón de aficionados y curiosos.
En abril de 1874, Louis LeRoy, colaborador habitual de Le Charivari de reconocido prestigio, decidió escribir una crónica sobre su visita a una exposición que se celebraba en el antiguo estudio fotográfico del boulevard des Capucines de la Societé Anonyme. Se inventó a un falso pintor de gran éxito, Joseph Vincent, que habría acompañado a Leroy durante la visita. Al contemplar Vicent un Pisarro, el anciano limpió sus anteojos creyéndose sucios y, enfadado, preguntó a Leroy qué significaba aquel sucio lienzo cubierto de rayas sin sentido. Frente a la obra clave Impression, soleil levant, realizada por Claude Monet en 1872, el visitante exclamó: “Precisamente me decía a mí mismo en este momento que, puesto que me sentía impresionado, debía de haber aquí una impresión…y ¡qué libertad, que soltura, que destreza!”.
Desalentado porque otros artistas habían adoptado la misma técnica, LeRoy supo en ese mismo momento cómo debía titular su sarcástico artículo: La exposición de los Impresionistas. Así, este nombre, aunque peyorativo, se extendió por todo París.
"El paisaje no es otra cosa que una impresión, una impresión instantánea, de ahí el título, una impresión que me dio. He reproducido una impresión en Le Havre, desde mi ventana, sol en la niebla y unas pocas siluetas de botes destacándose en el fondo… me preguntaron por un título para el catálogo, no podía realmente ser una vista de Le Havre y dije "pongan impresión". Claude Monet |
Madrid. Impresionismo. Un nuevo renacimiento. Manet y el entusiasmo por la Modernidad. Fundación Mapfre [1].
Del 15 de enero al 22 de abril de 2010.