La fiesta de los toros ha sido una fuente de inspiración desde hace más de dos siglos. Creadores de todas las disciplinas artísticas se han dejado deslumbrar por las luces de la fiesta. Unos pocos, como Goya y Picasso, también han contribuido a inspirar o bien a enriquecer la indumentaria taurina.
Además, desde las últimas décadas del siglo XX el mundo de la moda, de la mano de diseñadores como Christian Lacroix, Lorenzo Caprile, Francis Montesinos o Giorgio Armani, también ha ofrecido su particular visión del traje de torero.
Fructífero intercambio
Un diálogo que ha enriquecido a ambas partes a lo largo de la historia ya que si para los artistas ha sido una fuente inagotable de inspiración, el universo taurino se ha beneficiado a su vez de la creación de los primeros, de un imaginario reconocido y admirado internacionalmente.
Son estéticas, formas que se crean y se recrean. Primero a través de la pintura de Goya o de Picasso, más tarde con artistas que desde otros ámbitos como el del diseño de moda han sentido la misma fascinación por las luces de la fiesta. El último exponente en este sentido es el propio Giorgio Armani, con su creación de un vestido goyesco para el diestro Cayetano Rivera.
Una de las formas más reconocibles de ese fructífero intercambio es la de la indumentaria taurina. Desde ese prisma se aborda esta muestra, pensada para y desde el Museo del Traje. CIPE. Así, los vestidos serán las piezas fundamentales del discurso expositivo, pero se relacionarán de forma directa con las fuentes de inspiración para su realización y los materiales y análisis de su proceso creativo.
Madrid. Arte de luces. Museo del Traje. CIPE [1].
Del 10 de mayo al 12 de septiembre de 2010.