La muestra pone de manifiesto la relación existente entre el ser humano y el espacio que le rodea. Las estancias cerradas, la visualización de los colores -en la mayoría de los casos fríos-, iluminados de forma artificial, podrían ser de cualquier hotel, de cualquier habitación. La artista hace de la habitación del hotel un espacio extraño en el que caben los sueños y la intimidad, y que se resiente cuando se abandona la estancia, a la vez que intenta distorsionar la imagen a través de diferentes juegos visuales para establecer el juego entre mirada y percepción, entre sentidos e intelecto.
Isabel Tallos (Madrid, 1983) se licenció en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid y posteriormente se especializó en fotografía. Aunque la mayor parte de su trabajo se encuentra dentro de esta especialidad, actualmente también experimenta otros medios como el video o la instalación.