Javier Riaño emergió en el contexto artístico del País Vasco de los años 80 dentro de una corriente de pintores que desarrollaban una obra de sesgo figurativo realista –llegando en ocasiones a rozar el hiperrealismo– que hacía de las arquitecturas industriales, de los edificios en ruinas y de los callejones oscuros de la ciudad de Bilbao el motivo principal de su obra.
Espacios contemporáneos y laicos
Esas características experimentadas en esa primera serie las aplicó el artista a su tema habitual: las arquitecturas. De esta combinación surge la veta creativa que Riaño ha explotado en el último lustro, cuyas últimas piezas presenta ahora en la Gabarron Foundation. Son espacios contemporáneos y laicos, pero transmiten una especie de misticismo moderno que se inspira en la poética de las construcciones humanas.
Los espacios recreados por Riaño apuntan cierta belleza sin exhibiciones de formas y colores. Al contrario que la ciudad, aquí no hay exceso de imágenes ni sobrecarga de la retina, y tampoco ruido.
Nueva York. Javier Riaño. Fundación Gabarrón [1].
Del 20 de mayo al 15 de julio de 2010.