A finales de la década de los noventa, Barbi comienza las series de fotografías en las que deja atrás la dimensión escultórica para centrarse en la observación minuciosa de la naturaleza y sus transformaciones, creando un registro del paso del tiempo y, a su vez, produciendo imágenes de una gran versatilidad formal.
Punto de partida
El punto de partida de esta exposición, comisariada por Juan de Nieves, lo constituyen cinco series de fotografías de los últimos años, a las que se unen una reducida y cuidada selección de piezas de su primera época, aportando éstas una nueva lectura transversal.
El espacio expositivo provoca en el espectador nuevas sensaciones sensoriales. Como afirma el propio comisario, “la manera de asociar diferentes trabajos en el espacio, la importancia del vacío, la emanación de una luz propia o externa, las diferentes formalizaciones en definitiva que estas imágenes pueden adoptar…”.
Los elementos encontrados, y que Barbi recoge en sus fotografías, están representados en un mapa personal en torno a una línea de costa de veinte kilómetros, un “archivo de descubrimientos” que constituyen una topografía circular y se convierten en diario visual y poético del artista.
El paso del tiempo
Las obras de Barbi dejan constancia del paso del tiempo. Especialmente las imágenes del antes y el después, recogiendo las transformaciones en la naturaleza con las que el artista tropezaba en sus paseos cotidianos.
Otras, sin embargo, hablan de los accidentes de la misma: los paisajes de arena, las charcas, los excrementos de gaviota o las imágenes de la espuma. Para su realización, como indica el comisario, “el artista ha asumido una doble función: la de científico y la de poeta para un espacio y tiempo determinados".
Lisboa. Jorge Barbi. 41º 52´59´´ latitud N / 8º 51´12´´. Centro de Arte Moderna José de Azeredo Perdigão [1].
Del 6 de mayo al 6 de julio de 2010.
Comisario: Juan de Nieves.
Organiza: SEACEX (Sociedad Estatal para la Acción Cultural Exterior), MARCO (Museo de Arte Contemporánea de Vigo), Fundaçao Calouste Gulbenkian y Centro de Arte Moderna José de Azeredo Perdigão.