José Rizal, un escritor entre España y Filipinas

Pese a que todavía en nuestro país su figura es muy poco conocida –como, por otra parte, suele suceder con los hijos preclaros de España–, José Rizal (1861-1896) fue un gran líder político y social, hombre ilustrado y humanista, profundamente comprometido con la sociedad filipina, y se le considera impulsor de la modernización y de la construcción nacional de su país.

Intelectual y patriota español

Pero más allá de su dimensión política y social, Rizal fue un destacado literato. Por eso, el objetivo de esta muestra es profundizar en su faceta como escritor, valorándole como una suerte de «Galdós de los trópicos» y contextualizándole en el ambiente intelectual de aquellas Filipinas ilustradas del siglo XIX.

La muestra se celebra en la Biblioteca Nacional de España, depositaria de verdaderas joyas bibliográficas y artísticas relativas a Filipinas, que constituyen la base esencial de la muestra, complementada por fondos de otras bibliotecas, archivos, museos y colecciones particulares. Se reúnen así libros de valor incalculable, cuadros de la época, objetos singulares, mapas, documentos, láminas y fotografías que nos hablan de Rizal, de Filipinas y de su relación con España.

Ejes temáticos

A fin de reflejar el personaje y su obra literaria, contextualizándolo en su época, en la exposición se desarrollan los siguientes ejes temáticos:

– El marco colonial, que determinó la vida y la obra de José Rizal, en el cual se recuerdan los trescientos años de relación entre España y Filipinas, subrayando cómo esos vínculos, en el último tercio del XIX, se tradujeron en un interés renovado por las islas, revelado a través de una política de reforma, progreso y modernización. Se exponen, así, acuarelas, álbumes de fotos, imágenes, mapas, libros y objetos que reflejan la conceptualización del archipiélago filipino dentro del conjunto español; los espacios del poder de aquella Manila finisecular; las memorias escritas y las actividades organizadas para fomentar el desarrollo; los instrumentos del progreso; la vida en una sociedad colonial. Se ilustra también el cambio de modelo económico, desde una economía de intermediación articulada en torno al Galeón de Manila –que intercambiaba plata americana por productos asiáticos, y que imperó durante los siglos XVII y XVIII–, al estallido, en el siglo XIX, de una economía agro exportadora, centrada en el cultivo y exportación de productos de las islas con gran demanda mundial: abacá, tabaco, azúcar, y cómo ese proceso propició una nueva época de prosperidad en Filipinas, esta vez basada en riquezas propias.

– Memorias de juventud: los años de formación, un espacio en el que, a través de imágenes, objetos, poemas, cuadros y fotografías, e incluso la reproducción de una casa similar a la que habitó Rizal, se resalta su nacimiento en una familia tagala acomodada, en pleno mundo rural, y su posterior educación en el Ateneo Municipal de Manila y en la Universidad de Santo Tomás, dos centros que revelan la capacidad educativa de Filipinas en aquel entonces, muy superior a la de otras colonias asiáticas de la época.

– Un mundo ilustrado contextualiza a José Rizal en un ambiente de educación universitaria; de lectores y literatura; de fomento de las artes –y en especial de la pintura–; de interés por el estudio de la lengua y la historia; de curiosidad por el avance de la ciencia. Ese clima, patente en aquellas Filipinas, tenía una larga tradición donde asentarse, tal como reflejan tanto las obras de la época, como los valiosos libros publicados en el archipiélago desde fines del siglo XVI, algunos de los cuales se exponen en esta muestra.

– La sociedad de Rizal quiere mostrarnos cómo era la vida cotidiana en la Manila de fin de siglo, sus usos, costumbres y utensilios, así como la importancia de las reuniones sociales que tan magistralmente reflejó Rizal en sus novelas, y de las que se han reunido notables testimonios gráficos. Quiere subrayar también la complejidad de la sociedad filipina de la época, compuesta por la suma e interrelación de realidades muy distintas, que nos muestran láminas, fotografías y objetos: la principalía indígena, el mundo rural, los núcleos urbanos, las diferentes etnias, el mestizaje. No se ha querido olvidar tampoco su profunda religiosidad, ni la importancia que para el archipiélago y sus habitantes tuvieron los viajes y la internacionalización.

– Argumentos para un escritor, quizás la parte esencial de esta exposición, reúne sus principales obras, explicando su propósito, su trama y su repercusión, tanto en la vida del autor como en su entorno. Se traza así un recorrido a través de sus novelas, de sus escritos políticos, de sus ensayos, de sus poesías, o de su epistolario, apoyándolo en manuscritos, en primeras ediciones de sus libros, en sus dibujos, en los objetos que le acompañaron, y en su ambiente literario.

– El último adiós: revolución y ruptura explica, a través de fotografías, cartas manuscritas, documentos de archivo y objetos singulares, los últimos años de Rizal, el impacto de la revolución de 1896 en la vida y en la obra del autor, y las circunstancias de la escritura de uno de sus más bellos poemas, el adiós a su «patria adorada, región del sol querida, perla del mar de Oriente, nuestro perdido edén…».

Humanista, literato y héroe

Para María Dolores Elizalde, investigadora del CSIC y comisaria de la exposición, «José Rizal es uno de los grandes héroes de Filipinas y una de las figuras más carismáticas de su historia. Impulsor de la modernización de su país y de la construcción nacional filipina. Líder político y social. Ilustrado y humanista. Licenciado en Medicina y en Filosofía y Letras. Médico oftalmólogo en ejercicio. Investigador de Historia y Gramática. Políglota que no solo habló más de 10 lenguas, sino que se interesó por su origen y desarrollo. Viajero incansable. Protagonista insigne de la época que le tocó vivir. Pero, junto a todo ello, Rizal fue, además, un destacado literato de la lengua española. Autor de dos grandes novelas, Noli me tangere y El filibusterismo, hoy de obligada lectura en las escuelas filipinas. Excelente poeta. Escritor de numerosos ensayos y artículos periodísticos. Redactor de varios diarios y libros de viajes. Corresponsal de un amplio epistolario. Sin embargo, la importancia de su dimensión política y social ha oscurecido la relevancia de su labor literaria. Por ello, esta exposición quiere profundizar en su faceta como escritor de las letras hispánicas».