De esta manera se cierra un proceso que empezó el pasado 19 de septiembre cuando se convocó un concurso internacional para cubrir la plaza, vacante desde la marcha de María Teresa Ocaña el 31 de agosto. El nuevo director tomará posesión del puesto después de las fiestas navideñas.
Ahora toca cubrir la vacante que Serra deja en la dirección del Museu Picasso [1]. Jaume Ciurana, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, anunció cuando se hizo pública la marcha de Serra que en cuanto el nombramiento fuera oficial, el consistorio barcelonés abriría un concurso internacional para cubrir su dirección, convocatoria que se hará pública a lo largo de esta semana.
17 candidaturas
La comisión de expertos que eligió en su día a Serra valoró «la percepción del candidato en cuanto a la dimensión artística y social del museo, los objetivos estratégicos, así como las diferentes líneas de trabajo a desarrollar por la institución en los próximos años». Además destacó su «capacidad de combinar las ideas con la práctica de la gestión, presentando un cuerpo teórico moderno muy necesario para el MNAC, así como de establecer puentes de diálogo con las instituciones museísticas no sólo de la ciudad y del territorio sino de carácter internacional».
Este comité, que tuvo que estudiar 17 candidaturas, estaba integrado por Miguel Zugaza, director del Museo del Prado; María Bolaños, directora del Museo Nacional de Escultura; Bartomeu Marí, director del MACBA; Josephine Matamoros, directora del Museo de Ceret; Eduard Carbonell, exdirector del MNAC; el crítico Daniel Giralt-Miracle; y presidido por Miquel Roca, presidente de los Amigos del MNAC.
Curiosamente, Serra ejerce el cargo de director del Museo Picasso de Barcelona desde octubre de 2006, cuando ganó el concurso público para sustituir a María Teresa Ocaña, que precisamente es su antecesora también en el MNAC.
Todas las artes
El MNAC comprende todas las artes (escultura, pintura, artes del objeto, dibujos, grabados, carteles, colección de fotografía y colección de numismática) y tiene la misión de explicar un discurso global del arte catalán, desde el románico hasta mediados del siglo XX.
En el caso de las colecciones de románico y de gótico, este discurso viene marcado por la procedencia catalana de gran parte de las piezas, a pesar de que, concretamente en el gótico, se hace una comparación con el arte de otras procedencias.
En cuanto a la colección de renacimiento y barroco, las obras que la integran conducen hacia un discurso más internacional, de la mano de grandes pintores, como, por ejemplo, El Greco, Zurbarán, Velázquez, Cranach, Rubens, etc.
Los fondos del MNAC pertenecientes al arte de finales del siglo XIX y las primeras décadas del siglo XX vuelven a estar constituidos mayoritariamente por ejemplos de artistas catalanes, que se articulan en un discurso que explica el modernismo, el noucentisme y las vanguardias, siempre teniendo en cuenta todas las artes.