Según desveló el Prado a comienzos del pasado verano, El Coloso no sería obra del pintor aragonés sino de Asensio Juliá, su único discípulo reconocido. De esta forma, y según Miguel Zugaza, director del Museo, “se cierra el capítulo sobre las evidencias de que esta pintura no es de Goya por lo que a partir de ese momento se abriría un nuevo periodo en el que habrá que reconstruir la personalidad de Asensio Juliá» del que se sabe muy poco.
Decidir su estatus
«Cuando se publiquen estas investigaciones, el Prado procederá a dar a El Coloso el estatus que requiera», apostilló Zugaza además de insistir en que la institución que dirige tiene una «autoridad que no hay en ningún otro lugar» para decidir dicho estatus y aclaró que, en ningún caso, se descatalogará la obra.
Por su parte, Manuela Mena, jefa de Conservación de Pintura del siglo XVIII y de Goya, aludió a cuestiones estilísticas para constatar que la obra se aleja de Goya completamente, con pinceladas dudosas, incoherencias luminosas, falta de precisión y trazos no acabados: «En mi opinión, el cuadro es de otra mano a la de Goya».
|
Obra de gran calidad, sea o no de Goya Francisco Calvo Serraller, catedrático de Historia del Arte y miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, considera razonables las dudas sobre El Coloso, pero estima que «enzarzarse en una polémica sobre la autoría del cuadro no es estimulante para la inteligencia». Además, recordó que la sospecha sobre la autoría de un cuadro «no se fragua de manera solitaria», sino que se constata a base de exposiciones y de muchos años de observación, o incluso, como en este caso, a través de la limpieza del lienzo, cuando se descubrieron las iniciales de A.J. «Este descubrimiento no singinifica que el cuadro pierda valor sino que no es de Goya», declaró este docente e investigador. Por otra parte, Calvo Serraller destacó que el Museo del Prado ha hecho compras de calidad increíble, por ejemplo La Crucifixión de Juan de Flandes, que no han «despertado el menor interés de la prensa nacional» y sin embargo, «todo lo que sea Goya es un escándalo». |