Fundada por Sixto IV en 1475, problemas en su estructura –que data del siglo XVI– obligaron a su cierre en 2007 para garantizar la conservación de los miles de documentos que se encuentran en sus archivos y que, desde ahora, podrán ser consultados de manera más fácil.
Joyas de la Humanidad
Entre sus más importantes manuscritos está el Codex Vaticanus, el más antiguo completo de la Biblia. La Historia Secreta de Procopio
se descubrió en esta biblioteca, y se publicó en 1623. También se
encontró en ella uno de los tres cancioneros conocidos de la lírica
galaicoportuguesa.
Custodia, asimismo, las actas originales del proceso contra Galileo, un
manuscrito autógrafo de santo Tomás de Aquino y las cartas
del caso de Martín Lutero.
Entre las mejoras realizadas, un nuevo sistema de admisión, con un método de consulta de documentos informatizado, conexión a internet, mayores controles de seguridad, mejoras estructurales en varias de las salas y un nuevo sistema de climatización y de control de la humedad. Gracias a estas mejoras tecnológicas, tanto la información sobre los materiales de consulta como sobre los usuarios de la biblioteca se podrá confrontar en todo momento para impedir robos y extravíos.
A la Biblioteca Apostólica Vaticana [1] sólo pueden acceder investigadores, aunque existe un proyecto para que, a partir de 2011, se puedan realizar visitas públicas fuera del horario de consulta.